Ninguna mascota sin su bendición ni persona sin su pertinente baño santificador. Sant Antoni da para eso y para más: para ahuyentar los malos espíritus y proteger a los otros habitantes de la casa. Y es que ayer, tal y como pasó durante la víspera, Manacor registró un notable aumento de gente en sus calles, y miles de personas se diseminaron a lado y lado del recorrido de las Beneïdes para contemplar la tradición hecha carrozas.

Los animales, las raíces campesinas, el mundo rural, los trabajos, los carruajes y las herramientas antiguas fueron ayer protagonistas e invocaron al santo antes de recibir la bendición del rector, Andreu Genovart.

A pesar que no fueron excesivamente fluidas (debían empezar a las once de la mañana y a mediodía apenas habían avanzado las primeras) las Beneïdes de Manacor siguieron por su cauce habitual, aferradas a los tópicos de toda la vida y bajo la supervisión férrea del Patronat de Sant Antoni (por ejemplo hace años que no se instala una churrería cerca), que antes de iniciarse las dos vueltas del recorrido anunció los premios a los mejores foguerons del 15 de enero.

Una clasificación que lideró El dimonió en pèl, seguido de la hoguera diseñada por el bar Can Roseta, el bar Cas Gallo, la AMIPA de Sant Vicenç de Paül y el bar Mingo, que también se llevó el premio por la leña mejor colocada. Las mejores gloses colgadas de un fogueró fueron para las del IES Mossèn Alcover. Por lo que respecta a las mejores carrozas, la ganadora fue Els Amics dels Morers, en segunda posición quedó Amics des Pou Nou y en tercera la AMIPA de la Escola de Sa Torre. El premio al mejor carro fue a parar al Carretó de sa Moleta, segundo fue el de Pagesos i balladors y en tercer lugar quedó Es carretó de sa Pleta. En la sección de comparsas, la mejor vestimenta masculina del siglo XVIII fue para Joan Sansó y la femenina del mismo periodo para Margalida Obrador. Mientras que los mejor vestidos del siglo XIX fueron Mateu Perelló y Antònia Santandreu.

El domingo 21 se cerrará el programa con las Beneïdes de Son Macià.