La asociación de dones Solidàries de es Capdellà (Calvià) denuncia que, por tercer año consecutivo, el párroco de la localidad se niega a dejar salir la estatua de Sant Sebastià a la ya centenaria procesión. "Se mantiene en la negativa de no dejar que sigamos con la tradición del pueblo", lamenta Carme, miembro de la asociación, quien señala que ella desde pequeña ha disfrutado de esta festividad.

Por su parte, el párroco Antoni Mercant aclara que no apoya esta procesión porque está organizada por un grupo de personas que están fuera de la comunidad religiosa, y por tanto, no están vinculadas a la fe. "Se trata de un grupo de 15 o 20 personas mayores que, desvinculadas totalmente de la iglesia, quieren crear una polémica donde no la hay", apunta Mercant. El párroco califica este hecho como una "una manifestación laica" en la que la iglesia no puede participar. "Debemos adaptarnos a los tiempos actuales y no caer en chantajes", sentencia el cura.

Con la polémica sobre la mesa, Mercant se muestra molesto por los comentarios escuchados de este colectivo y comenta que, a día de hoy, nadie le ha pedido sacar la estatua de Sant Sebastià de la iglesia ni tampoco han querido negociar nada. "No entiendo esta problemática porque no dejaré a los vecinos sin celebrar esta festividad", declara Mercant, quien comenta que el domingo celebrará una misa.

Ante la negativa del párroco, la asociación de dones Solidàries tiene previsto, como ya ha hecho durante los últimos dos años, sacar en procesión un gran cartel con la imagen fotográfica de la talla de Sant Sebastià. "Es nuestra festividad y nuestra tradición y nadie nos la va a quitar", destaca Carme.

La salida en procesión de la estatua de Sant Sebastià se remonta al año 1918. "Para nosotros tiene un valor sentimental muy importante y es que con esta procesión conmemoramos que la epidemia de gripe tan fuerte que hubo en aquella época no provocó la muerte de ningún vecino de la localidad calvianera", sentencia Carme.