La asociación de usuarios del ferrocarril denunció ayer que los viajeros "empiezan a perder la paciencia" por los continuos retrasos del tren en las últimas semanas que podrían estar relacionados con las obras nocturnas de electrificación en el corredor Palma-Manacor. Ayer volvió a ser una mañana caótica en el servicio público, con cancelaciones de frecuencias e importantes retrasos que provocaron momentos de tensión en el interior de los vagones, que iban a rebosar de gente.

El servicio de metro entre Palma y Marratxí tuvo que suspenderse a primera hora de la mañana debido a una avería originada en el sistema electrónico que dirige el tráfico de forma segura entre ambas estaciones, por lo que "se ha tenido que interrumpir el servicio para no comprometer la seguridad de los usuarios, que es una prioridad absoluta", explicó ayer la empresa Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), que "lamentó profundamente" el incidente y transmitió sus "disculpas más sinceras" a los usuarios.

La eliminación del servicio de metro que conecta todas las estaciones entre Palma y Marratxí implicó que el resto de trayectos desde Manacor, sa Pobla e Inca pararan en todas las terminales, provocando confusión entre los viajeros, que se quedaron sin servicios exprés hacia la capital. Los vagones fueron repletos de gente en las frecuencias matinales. Algunas frecuencias, como la de Inca-Palma de las 7,33 horas, se suspendieron y los transbordos de los trenes entre Palma y Manacor se realizaron en Inca y no en el enlace en algunas frecuencias.

Según SFM, el retraso acumulado alcanzó los 23 minutos de media en los trenes de Manacor y de quince minutos en los de sa Pobla.

Finalmente, la empresa ferroviaria informaba que a las 10 de la mañana se restauró el servicio del M2 entre Palma y Marratxí porque media hora antes se había recuperado el funcionamiento de los equipos electrónicos. Según SFM, el tren entre sa Pobla-Palma de las 10,56 horas ya salió puntual, así como el servicio Palma-Manacor de las 11,15 horas.

Desmayo en el tren

La asociación de usuarios aseguró ayer que han recibido multitud de quejas por el funcionamiento del tren en las últimas semanas. El caos registrado en las frecuencias matinales de ayer volvió a enfadar a los pasajeros, obligados a "viajar como sardinas en los vagones", según la presidenta del colectivo, Teresa Sastre.

De hecho, en un trayecto matinal una persona se desmayó y ante la ausencia de revisor los propios usuarios fueron los encargados de correr la voz entre el pasaje para que llegara la información al maquinista, que tuvo que parar el tren para que la persona afectada fuera asistida. La asociación reclama la presencia de revisores en las horas punta.

Sastre asegura que la asociación recibe quejas al menos tres días a la semana sobre cancelaciones inesperadas de frecuencias en horas punta, tanto por la mañana como por la tarde, lo que provoca que muchos viajeros lleguen tarde a sus compromisos. "Tampoco se ofrece una buena información", lamentó el colectivo de usuarios, que fue convocado a una reunión con el Govern.