La XXI Fira de Tardor de Consell se vió ayer totalmente deslucida por la persistente lluvia que cayó sobre la población desde primeras horas de la mañana y hasta las doce del mediodía, aproximadamente, cuando el cielo empezó a despejarse ligeramente.

Las autoridades refugiadas debajo del paraguas esperaban en la plaza de la Vila la llegada del conseller de Trabajo, Comercio e Industia, Iago Negueruela, que también tuvo que resguardarse de la lluvia. El mal tiempo obligó a suspender la tradicional visita de las autoridades al recinto ferial, dirigiéndose tanto los políticos como los componentes de la batucada y los 'xeremiers' al interior del Consistorio para llevar a cabo la recepción oficial. La espera estuvo animada por la batucada de la localidad, que no tuvo ningún reparo en mojarse para interpretar sus ritmos.

A las once de la mañana, la plaza donde se ubicaban las distintas bodegas que habían acudido a la llamada de la Fira estaba totalmente vacía. Únicamente los representantes de los distintos estands estaban en su sitio a la espera de los posibles visitantes.

El mismo panorama ofrecía la calle de Sant Bartomeu, donde estaban ubicados la mayoría de estands, que protegieron sus productos con lona para evitar que se mojaran y se deterioraran.

A partir de las doce dejó de llover y poco a poco fueron asistiendo los visitantes. El Consistorio decidió seguir adelante con la programción prevista por la tarde siempre y cuando no se volvieran a repetir las lluvias.