El grupo político Guanyem dio la voz de alerta hace algunas semanas. Y ahora los buceadores lo corroboran: las praderas de posidonia oceánica del Port de Sóller están sufriendo importantes daños como consecuencia del fondeo masivo de embarcaciones de recreo.

Como principal consecuencia de ello se constata un importante retroceso de la planta marina en la bahía.

El buceador Gerard Pedrero se adentró en las profundidades de la bahía de Sóller y pudo constatar de primera mano el precario estado de conservación de los bosques de posidonia de Sóller.

Con sus inmersiones ha comprobado que además de su importante retroceso, las anclas de las embarcaciones que fondean en la bahía han arrancado centenares de trozos de posidonia.

Estos pedazos se encuentran esparcidos por el fondo marino del Port a merced de las corrientes submarinas con escasas perspectivas de supervivencia. Los buceadores alertan del grave deterioro que sufre la pradera de posidonia del Port y la regresión que ha sufrido a lo largo de los últimos años.

Informe del Imedea

Un estudio elaborado por el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea) fechado en el año 2011 aseguraba que el estado del agua del Port de Sóller era "bueno" a partir de la cobertura y el estado de las praderas. El informe señalaba que la cobertura del fondo marino del Port de Sóller con posidonia era del 56%, una cifra que actualmente dista mucho de la realidad tal y como afirman los buceadores que habitualmente se sumergen en aguas de la bahía, en tanto que ponen de manifiesto cómo grandes extensiones de la bahía han quedado sin esta planta submarina en los últimos años.

Elevada biodiversidad

Según la Conselleria de Medio Ambiente, las praderas de posidonia son la principal comunidad del litoral mediterráneo debido a sus altos niveles de productividad, elevada biodiversidad e importancia en la protección y estabilidad de la línea de costa.

En este sentido, las praderas constituyen un ecosistema maduro, dada su capacidad para modificar las condiciones ambientales de los lugares donde se afianza: atrapan el sedimento y contribuyen, así, a la limpieza del agua, oxigenando las aguas durante el otoño, invierno y sobre todo en primavera, atrayendo numerosas especies animales y vegetales.