El proyecto denominado Romanització a Mallorca: el cas del fossat romà de Ses Salines está sorprendiendo a propios y extraños. Desde el pasado día 7 de este agosto se desarrolla la cuarta campaña arqueológica, que debe concluir mañana, viernes. De entre las conclusiones sobresale que el fuerte militar localizado en la zona centro del pueblo tiene un indiscutible interés patrimonial. Todo apunta a que data de antes del siglo I a.C., probablemente coincida con la conquista romana del 123 a.C.

El foso romano podría medir unos tres metros de ancho y otros tres de profundidad. Tras su uso como estructura militar fue rellenado con tierra y piedras, estrategia habitual.

Dada su relevancia histórica, en el último año este yacimiento ha sido objeto de divulgación en congresos internacionales. Eso sí, hay múltiples incógnitas por despejar: falta por datar con exactitud el foso romano, ratificar su forma cuadrangular, realizar más campañas de excavaciones e investigaciones y conocer más a fondo las poblaciones posteriores. Sobre esto último, en la campaña actual se ha recogido en la zona abundante cerámica romana republicana (no faltan ánforas) y descubierto hornillos, morteros, pavimentos, muros, etc.

Precisamente ayer miércoles, en el marco de las tradicionales Festes de Sant Bartomeu, se celebró una jornada de puertas abiertas que atrajo a vecinos y visitantes de diferentes edades.

Si en las campañas de 2014, 2015 y 2016 las excavaciones se centraron en el terreno parroquial (jardín) pegado a la iglesia de Sant Bartomeu, esta vez ha sido en un solar particular de al lado, justo entre el templo religioso y la plaza Major (da a la transitada calle Batle Andreu Burguera Mut). El Ajuntament se encuentra en el interior del foso romano que se está 'redescubriendo'.

Apoyo del Consell

Hay que explicar que todo este proyecto arqueológico es impulsado por el Ajuntament de Ses Salines, contando a su vez con el apoyo económico del Consell de Mallorca (unos 7.200 euros). Participan profesionales y estudiantes de Arqueología. Por vez primera hay involucración de personas de fuera de España: cinco italianas. Y otros cinco arqueólogos mallorquines. El director es Bartomeu Vallori, investigador postdoctoral de la Escuela española de Historia y Arqueología en Roma-CSIC.

El alcalde saliner, Bernat Roig (que también es docente y arqueólogo), se muestra tremendamente satisfecho por la evidencia de que en el pueblo hubo un foso romano. En este sentido, resalta que el yacimiento toma fuerza de forma progresiva y "ses Salines es cada vez más protagonista en el panorama arqueológico de Mallorca".

El consistorio ha facilitado el alojamiento de los participantes en la campaña (en la escuela pública) y la manutención. Reconoce que queda mucho trabajo por delante: determinar cuándo se dejó de utilizar el foso romano, cómo se vivía aquí, etc.

En cuanto a los agradecimientos, además de la colaboración del Consell se aplaude la implicación de la Associació Hotelera, la Associació Vedelleta d'Or y empresas como Abies y 3Dsoma. Mención especial para la familia Llull (propietaria del solar donde se actúa este 2017) y al rector por mostrar nuevamente gran interés.