Cala Varques sigue dando de qué hablar. El grupo ecologista GOB alertó ayer del “descontrol” que reina en la playa y sus accesos, así como de la situación “de grave de degradación que sufre esta Área Natural del Especial Interés” (ANEI), con concentraciones diarias de más de 250 personas en la playa, chiringuitos ilegales con venta de alcohol incluida, acampadas en la arena y en las cuevas y fogatas sin ningún permiso.

La entidad ha denunciado las agresiones que padece este espacio natural que no dispone de los instrumentos de gestión para garantizar su conservación, ni en estos momentos existe un camino habilitado por el que los servicios de seguridad, ya sean ambulancias o bomberos, puedan acceder por tierra.

Según el GOB, es necesario solucionar los problemas de acceso en coche y el aparcamiento, “que es lo que facilita en mayor medida la masificación en la zona”, con vehículos aparcados en los arcenes de la carretera de Portocolom a Porto Cristo, sin que la Guardia Civil haga demasiado por impedirlo.

Aunque la colocación de discos de prohibición y de aviso a la grúa han aminorado el número, diariamente estacionan en la senda de acceso al ANEI una media de entre 30 y 40 coches, según los ecologistas, que denuncian no tener constancia de la presencia de la Policía Local de Manacor, a la que corresponde controlarlo. Si bien desde el Ayuntamiento se insiste en que se están abriendo denuncias al respecto y también se transmiten las infracciones a pie de playa a las consellerias de Medio Ambiente, Salud y Trabajo.

A estos estacionamientos irregulares en el camino de acceso y en la carretera, se le suma otro improvisado en la curva siguiente hacia Porto Cristo (resto de la antigua vía que quedó condenada), un descampado con higueras y con un aparcacoches que cobra dos euros por día.

El exceso de bañistas por metro cuadrado en la playa también supone un riesgo importante para la seguridad, dado que no cuenta con servicios ni vigilancia de un socorrista. Muchos se quedan por la noche y ya se ha hallado carbón en la zona y a grupos de personas que pretendían encender fuego.

Trozos de estalactitas

El fondeo descontrolado de barcas cerca de la costa es otro problema denunciado por el GOB, al que se añaden las dos golondrinas que visitan la cueva situada a la derecha, la principal de Cala Varques y una de las zonas favoritas para los amantes del Psicoblock, disciplina deportiva de escalada sin cuerdas y con el mar como ‘red’. La degradación en las cuevas alcanza a que se hayan encontrado estalactitas arrancadas en la playa, basura en su interior y gente acampando en ellas.

El GOB ha recordado que las calas vírgenes de Manacor solo cuentan con protección urbanística, porque aunque un decreto de 2006 designó Lugar de Interés Comunitario las Calas de Manacor, no se ha desarrollado aún el plan de gestión que permitiría regular sus usos.