Los conocidos chiringuitos edificados en las playas de sa Ràpita (1), ses Covetes (2), es Trenc (2) y es Coto-Els Estanys (1) podrían desaparecer en un tiempo récord. Según ha podido saber este periódico, algunas de las empresas que optan a ejecutar las históricas demoliciones han propuesto plazos de entre dos y cinco días para eliminar las polémicas construcciones del litoral campaner.

El ayuntamiento de Campos, dirigido por el PP, tenía previsto decidir el nombre de la empresa el pasado lunes. No fue así y ayer, martes, tampoco se dio a conocer la firma adjudicataria. Este diario preguntó con insistencia a los gobernantes conservadores pero obtuvo silencio como respuesta.

Cabe recordar que el dinero municipal reservado para las demoliciones es de 220.000 euros. Todo ello a raíz de una sentencia del Supremo (motivada por un caso de las Islas Canarias) que ordena la supresión de chiringuitos de obra en las playas naturales de todo el Estado español.

El proyecto de derribo ya obtuvo en abril la pertinente luz verde de la dirección general de Espais Naturals i Biodiversitat de la conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Govern balear. Tirar abajo los chiringuitos generará 747,85 toneladas de residuos. La iniciativa prevé el derribo elemento a elemento y con maquinaria de talla reducida, "que no provoca ruidos ni vibraciones". Si en un principio se preveían entre dos y tres semanas para llevar a cabo las tareas de demolición, algunas empresas ahora ofertan, como se ha explicado anteriormente, un tiempo récord de entre dos y cinco días.

El consistorio invitó a nueve empresas y, de éstas, ocho presentaron propuestas. Llaman la atención presupuestos inferiores a los 100.000 euros. El material destinado a restaurar las superficies sólo podrá ser arena sin vegetación. En las áreas de estos chiringuitos se colocarán, este verano, seis quioscos desmontables.