Con más de tres mil años de historia y muchos secretos por descubrir, a las afueras de Cas Concos (municipio de Felanitx) se encuentra el poblado talayótico de es Rossells. Un espacio rocoso, con mucha vegetación, que cuenta con la muralla mejor conservada de Mallorca. Tiene más de 300 metros lineales de muro y casi 7.000 m2 de superficie. "No es el único yacimiento de la posesión, pero sí el más espectacular", destacaron los historiadores Xisco Bergas y Rafel Fons al inicio de la visita guiada en la que participaron, el pasado fin de semana, una treintena de personas.

"Parece ser que esta zona ya estaba habitada desde tiempos del bronce (VII A.C) y la población perduró durante la edad del hierro", comenzó a narrar el historiador Xisco Bergas. "Fue entonces, cuando construyeron el poblado y se levantó la muralla", continuó. Según las cerámicas encontradas, los expertos creen que la población abandonó esta zona durante el siglo IV D.C. En particular, los historiadores han hallado cerámicas de Ibiza, África, Italia y árabes. Esta última, según señaló Font, "sería una muestra de la continuidad de las sociedades en este poblado".

Se precisa imaginación

A causa de la vegetación, se necesita mucha imaginación para descifrar qué es cada zona. "Podríamos haber traído la podadora", bromeó un participante. Las piedras están esparcidas por todo el terreno y solo se aprecia con claridad la muralla y la puerta del poblado talayótico.

En particular, la muralla fue la parte más espectacular de la visita puesto que es la que mejor se ha conservado con el paso de los años. Se realizó con la técnica de la piedra grande -influencia púnica-. "Esta muralla debía medir más de cuatro metros, pero con el paso del tiempo ha quedado en la mitad", aseveró el historiador. Aún así, se observa que las piedras están milimétricamente alineadas.

En la segunda parte de la visita, los expertos mostraron lo que podía ser la vivienda con algunas piedras marcadas con pintura roja. Y mientras los historiadores explicaron qué era, una niña, de apenas siete años, jugaba a saltar de piedra en piedra. A simple vista parece un terreno rocoso sin más. Pero según los estudios, aquel espacio donde la pequeña se divertía pudo ser un santuario. "Por la forma de herradura de las piedras, pudo ser la iglesia de esta comunidad", reveló Bergas.

La primera campaña arqueológica se hizo hacia los años 60 por parte de un equipo alemán. Y no fue hasta 2014 cuando se retomaron las tareas. "La idea surgió de un trabajo de clase, donde realizamos un estudio exhaustivo de la zona, y una vez acabado dijimos: por qué no ponerlo en marcha", comentó Bergas. El primer proyecto se centró en limpiar la muralla de vegetación, hacer los sondeos para encontrar el material con el que fechar la estructura y hacer la planimetría.

Un proyecto de cinco años

Ahora, el nuevo proyecto es más ambicioso. "Hemos comenzado este año y tendrá una duración de cinco años", destaca Rafel Fons. El objetivo es hacer la planimetría del interior del poblado, seguir con el estudio de la muralla excavando la entrada, además de realizar algún sondeo más y excavar alguna estructura interior. Para llevarlo a cabo, este equipo de jóvenes de cuatro historiadores, cuenta con la colaboración del ayuntamiento de Felanitx, que destina cada año 4.500 euros y está ilusionado con la iniciativa.

El alcalde de Cas Concos también estuvo presente durante el recorrido que duró casi dos horas. "Es nuestra historia, nuestro patrimonio y nos gustaría hacer más visitas guiadas como esta para poner en valor nuestra riqueza histórica", concluyó Toni Oliver.