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Andratx

El alcalde ordenó que se controlase el ordenador del administrativo expedientado

Un agente de la Policía de Andratx siguió ayer custodiando el despacho precintado el viernes pasado tras una denuncia por coacciones

El alcalde de Andratx, Jaume Porsell (PP).

El alcalde de Andratx, Jaume Porsell (PP), ordenó personalmente al departamento de informática del Ayuntamiento que controlase el ordenador del auxiliar administrativo días antes de que éste fuera expedientado por un supuesto delito de coacciones a una compañera de trabajo.

Este empleado, que apenas llevaba un mes trabajando en la sede consistorial, ha denunciado a su vez en sede policial que la administración le acusa falsamente, al tiempo que ha asegurado ser víctima de acoso laboral desde que obtuvo su plaza.

De la orden efectuada por Porsell queda constancia en un correo electrónico remitido el pasado 27 de marzo desde la Unitat de Serveis Informàtics a otra funcionaria, con copia al alcalde andritxol.

En este mail, el jefe de la unidad escribe que, tal y como le había solicitado "verbalmente" Porsell, ha efectuado un informe sobre las impresiones realizadas desde el ordenador del trabajador ahora expedientado.

Planta de Urbanismo

La impresora estaba situada en el pasillo de la segunda planta de la sede consistorial, donde está Urbanismo. "Dicha impresora solo puede decir quién ha (imprimido) y a qué hora, pero no el contenido de la impresión ni el número de páginas, puesto que, para tener dicha información, se precisa un 'software' adicional", detalla el responsable informático en el mail, en el que adjunta un listado con las impresiones realizadas.

Versión del alcalde

Cuando se le preguntó ayer al respecto, el alcalde Porsell, que gobierna gracias a un pacto con El Pi, exhibió una gran cautela, ya que, subrayó, el caso se encuentra en manos de la Fiscalía.

Sin embargo, sí que reconoció que había una orden para que se controlase lo que imprimía este trabajador municipal. Según relató, se había detectado que estaba fotocopiando material para uso particular, concretamente libros de leyes.

Porsell recordó que estas fotocopias se tenían que pagar con fondos municipales y que, por eso, previamente, se le advirtió de que estaba haciendo un uso indebido de estos recursos públicos.

Con todo, recalcó que toda la información con que cuenta el Consistorio sobre este caso ya está en manos de la Fiscalía, que deberá realizar su pertinente investigación. Al hilo de este asunto, ayer seguía precintado el despacho donde trabajaba el administrativo investigado. Un agente de la Policía Local custodió la puerta en todo momento para vigilar que no entrara nadie.

El precinto se puso el viernes pasado, después de desalojar a los funcionarios destinados a esta sala. Ese día, no se dejó entrar en la sede consistorial al trabajador, con el argumento de que se le había abierto un expediente disciplinario a raíz de unas supuestas coacciones y amenazas a una compañera de trabajo.

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