Un tramo del torrente de Son Bacs, junto a la depuradora y muy cerca del camino, quedó obstruido desde que cayeron las fuertes lluvias. El agua embalsada despide un fuerte olor y, además, ha propiciado la proliferación de mosquitos. Pasada la depuradora, el agua del torrente sigue fluyendo nítida. Ayer una máquina empezó a trabajar para desatascarlo.