Tras poco más de un año de legislatura los plenos en el ayuntamiento de Muro tienen una duración excesiva. Ayer, por ejemplo, fue la última vez que el pleno extraordinario no pudo finalizar. Esta vez, por la falta de previsión del equipo de gobierno que pese a tener cita con la consellera de Bienestar Social, Fina Santiago, esperaba que dos horas de ruegos y preguntas fueran suficientes para la oposición.

El hecho de que en Muro los plenos municipales ordinarios se celebren cada dos meses y que finalicen a medianoche, no facilitan el trabajo de los grupos en la oposición que, sostienen que, sufren cada pleno para poder ejercer su derecho.

Los más afectados han sido Més per Muro y UIM, que en diversas ocasiones se han quedado con las preguntas en el tintero, y que han tenido que pedir plenos extraordinarios para poder llegar las preguntas, quejas y ruegos al equipo de gobierno.

Motivos económicos

El motivo alegado por el equipo de gobierno durante la pasada legislatura fue el del ahorro presupuestario, pero éste no se percibe cuando se analiza la relación y la periodicidad de sus plenos ordinarios y extraordinarios. Por cada pleno ordinario que se ha llevado a cabo se han celebrado dos extraordinarios, cosa que provoca un mayor gasto, denunciado ayer por Rafel Gelabert de UIM, que denunció la realización de dos plenos extraordinarios, el martes y el miércoles, pese al ofrecimiento de la oposición de aprovechar la misma jornada.