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Calvià

Calvià debate sobre la supresión de las multas a las prostitutas callejeras

El pleno se pronunciará hoy sobre una moción de EOC para quitar sanciones de hasta 1.500 euros

La prostitución callejera en Calvià es un fenómeno que arranca con la temporada turística y se concentra en Magaluf.

El debate sobre la conveniencia de no multar a las prostitutas callejeras para evitar su criminalización entra en la escena política de Calvià. Lo hace de la mano del Grupo Municipal de Esquerra Oberta de Calvià (EOC), que hoy presentará en el pleno una moción en este sentido, que pide que la acción sancionadora se centre sólo en los clientes de la prostitución.

La organización Médicos del Mundo en Balears respalda esta idea y anuncia que recurrirá si en la aprobación definitiva de la ordenanza para el fomento de la convivencia se mantienen las multas a las meretrices, que pueden alcanzar los 1.500 euros. Los clientes también pueden ser multados con esta misma cantidad. La normativa, además, mantiene la posibilidad de perseguir a las prostitutas por la vía penal, a través del delito de desobediencia a la autoridad.

El fenómeno de la prostitución callejera en Calvià se da sólo en los meses de temporada alta y suele generar cada verano fuertes críticas vecinales y empresariales. Afecta, sobre todo, a las calles aledañas a Punta Ballena (Magaluf) y a la calle Ramon de Montcada de Santa Ponça. Se trata de dos zonas neurálgicas de ocio nocturno.

La iniciativa de Esquerra Oberta remarca que hay que defender valores "esenciales", como el derecho de cualquier persona "a no ser abusada ni utilizada sexualmente ni de forma gratuita ni a cambio de ninguna compensación económica". En este sentido, la moción pide que el foco sancionador se dirija a las personas que "demandan" esos servicios sexuales, "porque, sin demanda, la oferta desaparece".

Esquerra Oberta propone que el Ayuntamiento inste al Gobierno central a elaborar una normativa que penalice a los clientes "con penas de cárcel de hasta 6 meses y multa, como en Suecia". "Tenemos el deber de imaginar un mundo sin prostitución, lo mismo que hemos aprendido a imaginar un mundo sin esclavitud, sin apartheid, sin violencia de género o sin infanticidio", argumenta EOC.

El equipo de gobierno progresista de Calvià, por el momento, no cierra del todo las puertas a la posibilidad de estudiar esa propuesta, aunque supedita cualquier modificación a que se logre el mismo consenso político y turístico que obtuvo la ordenanza de Policía y Buen Gobierno, que introdujo en su día las sanciones a las prostitutas.

Representantes del sector turístico calvianer se pronunciaron ayer sobre la propuesta. El presidente de los hoteleros de Palmanova-Magaluf, Sebastià Darder, se mostró en contra de suprimir las sanciones. "Están delinquiendo, y la única manera de poner coto es que por lo menos sean multadas. Ellos y los clientes, claro está", manifestó. Mientras, el presidente de la asociación de comercio turístico Acotur, Pepe Tirado, reconoció que estas prostitutas "viven en una situación de esclavitud", en la que son víctimas de "mafias organizadas". Sin embargo, consideró que, si participan en actividades delictivas como robos o agresiones, "deben pagar por ello".

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