El tiempo se sumó ayer a la celebración de los150 años de la Fira de Santa Maria como si quisiera rendir un homenaje al alcalde Gabriel Mesquida, quien tuvo la iniciativa, ahora hace un siglo y medio, de dotar a la localidad de su propia feria primaveral.

A las nueve y media de la mañana, el aparcamiento de la entrada del pueblo ya estaba saturado debido a la afluencia de visitantes que quisieron madrugar para asistir al evento.

Entre las novedades de este año, bien recibidas por los habitantes de la localidad, figura la instalación en la plaza de la Vila de unos tenderetes para que los más pequeños pudieran jugar, ya que en cada uno de ellos había una actividad distinta. Esta inciativa quería recrear la primera feria de Santa Maria, cambiando por juegos didácticos los estands que se instalaron en aquel lejano año 1876, dedicados a promocionar los productos locales.

Otra novedad fue el cambio de la exposición de los animales facilitados por Natura Park. De su enclave habitual en el paseo de la Plaça Nova, lugar donde se celebran los mercados dominicales, pasaron a la calle que conduce de la Plaça Nova a la parroquia.

En el transcuso de la mañana, la 'colla de Gegants' efectuó un recorrido por la feria para llegar hasta la plaza de la Vila, donde finalizaron su actuación. Igualmente, la batucada Batukaos, recorrió la feria animando a los presentes con su ritmo de percusión.

Mientras, los mayores recorrían el recinto ferial, que además de los estands del mercado dominical, también incluía la zona reservada a los comercios locales. Los más pequeños, además de disfrutar con la exposición de animales y de los juegos situados en la plaza de la Vila, también montaron en las atracciones de feria.

Las autoridades autonómicas, encabezadas por el vicepresident Biel Barceló y los consellers Ruth Mateu y Vicenç Vidal, fueron recibidas en la plaza por el alcalde de la localidad, Nicolau Canyelles, acompañado del alcalde de Marratxí, Joan Francesc Canyelles, entre otras autoridades procedentes de otros pueblos.