La primera fase de la estación depuradora (EDAR) de sa Coma podrá entrar en funcionamiento a principios del mes de julio. Así se lo comunicó el coordinador de la dirección de la obra a los responsables del ayuntamiento de Sant Llorenç que ayer visitaron la obra. Esta fase, que se inició a finales de 2015, incluye la construcción de un nuevo edificio de pretratamiento de aguas residuales, la instalación de un nuevo reactor biológico y la mejora de las instalaciones eléctricas y de otras maquinarias.

Durante la segunda fase, que se iniciará después de los meses de verano, se demolerán los reactores actuales (que ya han quedado obsoletos) que serán substituidos por otros dos nuevos. Estas obras finalizarán antes del verano de 2017. La mejora de la gestión que presentó la UTE formada por Facsa y Coemsa, que es quien ejecuta los trabajos, prevé el reciclaje de basura para transformarlos en grava.

Una vez finalizadas estas dos primeras fases quedará una tercera, en estos momentos todavía en periodo de estudio y que incluye la mejora del tratamiento terciario. Al finalizar las obras se podrá tratar correctamente un caudal con puntas máximas por día de 11.500 metros cúbicos. "La EDAR podrá tratar el equivalente a una población de 80.000 habitantes, que se corresponde con la población que en verano soporta el término municipal de Sant Llorenç, incluyendo el pueblo, la zona costera y Son Carrió", explicó el concejal de Medio Ambiente, Mateu Frau.

4,5 millones

Las obras de reforma de la estación depuradora de sa Coma se han licitado por un importe de 4.540.187 euros. Este presupuesto también incluye el servicio de mantenimiento, conservación y explotación de la EDAR y de la red de alcantarillado del término municipal. Aunque esta obra la financia el Govern, el Ayuntamiento debe avalar los pagos que serán devueltos en un plazo máximo de diez años. "Con esta reforma se mejorará la calidad del agua depurada y se disminuirán los olores" que hasta ahora venían provocando las quejas vecinales, apuntó el alcalde Mateu Puigròs.