Una moción del PP en defensa de los mercados que se organizan semanalmente en diferentes núcleos del municipio encendió los ánimos entre socialistas y 'populares'. Pese a que se acabó aprobando por la abstención del equipo de gobierno, previamente se produjo un duro choque dialéctico por la ubicación del mercado de Santa Ponça (que se ha mudado a la vía Bartomeu Rosselló) y por el reconocimiento expresado por el regidor del PP Juan Feliu de que, en la pasada legislatura, se permitía el pago fraccionado de tasas a los comerciantes del mercado pese a que la ordenanza actual no lo permite. "Me deja usted patidifuso [al reconocer esto]", le dijo el teniente de alcalde Antoni García Moles a Feliu.