"Dejadme pasar que el dimoni tiene un pipí", rogaba una madre en la entrada de un bar de Santa Margalida pues su pequeño, que hacía de diablo tenía una urgencia fisiológica en plena 'procesoneta' para las risas de los congregados. Y es que ayer, por primera vez, se llevó a cabo una procesión de la Beata para niños y niñas de hasta 3 años.

A las once estaban congregados ante la puerta de la iglesia parroquial. Unos cincuenta niños, profesores y padres estaban a punto para tomar parte en la procesión que, si la del próximo domingo se publicita como la más típica de Mallorca, bien podría esta anunciarse como la más simpática de Mallorca. No faltaba detalle. Se han construido cuatro mini-carrozas a imitación de la de los mayores. Las carrozas pretenden ser una reproducción de la de es Pou, la Glorificació; La flor de Mallorca y la dels Segadors.

Aunque las cuatro carrozas lucieron hermosas, la que se llevó más fotografías fue sin duda la dels Segadors. En ella se había colocado un gran capacho rodeado de paja y en el centro dormían tres bebes ataviados de segadores. La flor de Mallorca protagonizó varias anécdotas, y es que necesita algún retoque, pues con el peso de los niños se descompensa y en dos ocasiones se fue al suelo con 'beateta' y payeses.

La Beateta Mayor fue la pequeña Marta Jurado Riera, de tres años. Desfiló acompañada por otras dos niñas vestidas de Santa Pixedis y Santa Catalina Màrtir. La pequeña se puso a llorar en cuanto se le acercó el dimoni para romper a sus pies la primera jarra. La monitora que les acompañaba intentaba paliar el llanto repitiéndole que lo hacía muy bien, pero la pequeña no acababa de digerir que se le acercara tanto un diablo. Incluso uno de los mayores tuvo que acudir a ella para calmarla al tiempo que le decía, retirándose los cuernos, "veus? Som en Rafel, no som el dimoni".

Los dos diablos mayores fueron secundados por otros más pequeñitos a los que enseñaban como se hacía para romper las jarras. "Será una buena escuela de diablos para el futuro", opinaba Martí Torres, alcalde de la Vila.

Esta 'processoneta' ha sido una iniciativa de Montse Mulet y los profesores y padres de la Escoleta. Tras finalizar la primera edición estaba exultante de alegría. Opina que "Para ser la inaugural ha salido muy bien y nos ha servido para pensar que más necesita. Por ejemplo, el año que viene queremos tener xeremiers".