El ayuntamiento de Campos quiere evitar a toda costa que la clausura de los aparcamientos privados, cerrados desde el 15 de octubre de la pasada temporada, provoquen este verano un caos circulatorio y de seguridad sin precedentes en los accesos a las playas de ses Covetes, es Freu y es Trenc. Por ello "suplica" al Consell de Mallorca y a la conselleria de Turismo que den con urgencia una solución transitoria para los meses de temporada turística, antes de que el propio Ayuntamiento asuma el control público de los estacionamientos, presumiblemente en 2016.
De lo contrario, el consistorio campaner amenaza con limitar las vías de acceso a las playas, de tal forma que solo podrían permanecer dentro de la zona unos 300 vehículos, las plazas ORA con las que cuenta ses Covetes, una vez se amplíe la zona azul a partir de este uno de mayo.
Los problemas comenzaron el año pasado, cuando a raíz de una serie de denuncias particulares, el ayuntamiento de Campos tuvo que intervenir tramitando y decretando el cierre de dos grandes solares privados, que inclumplían la normativa del Plan Territorial de Mallorca (PTM). "Después de solicitarles toda la documentación tuvimos que actuar", señala el alcalde Sebastià Sagreras (PP), quien ahora pide que las administraciones ayuden técnicamente a solventar "al menos este verano", lo que se viene encima. Y es que ambos estacionamientos sumaban una capacidad de unos mil coches, además de todos los que podían aparcar en las calles del núcleo de ses Covetes.
Una barrera y control
"Ahora, y pese a la ampliación forzosa de la zona ORA, no cabrán ni un tercio, lo que puede suponer un caos total", añade Sagreras, que sospecha que también puedan multiplicarse los riesgos de seguridad si no se toma una determinación: "Tanto el camino de acceso como las calles son una ratonera donde es muy complicado girar para volver atrás. Se trata de una de las postales, de las playas de referencia, por eso creo que tanto Consell como Turismo deberían estudiar de qué manera los turistas pueden llegar a la playa que prácticamente todos eligen para pasar al menos un día de sus vacaciones".
Si los técnicos de Urbanismo del Consell o el Govern no ofrecen una solución rápida, el ayuntamiento de Campos plantea instalar una barrera justo después de la curva que lleva a la gran recta de acceso a ses Covetes, de aproximadamente un kilómetro de longitud. Allí, en el denominado revolt des Clot de sa Mata, se montaría un control para solo dejar entrar a tantos vehículos como plazas de ORA haya, de forma que nunca se superaran los aproximadamente 300 vehículos motorizados.
Hay que recordar que los terrenos privados habilitados para el aparcamiento venían funcionando de facto desde hacía tres décadas, absorbiendo en buena medida el flujo de coches que llegaban en masa sobre todo durante los meses de julio y agosto.
Tras las numerosas reuniones mantenidas entre el consistorio, el departamento de Urbanismo del Consell y Turismo, la conclusión administrativa es clara: la única solución legal y viable es que los aparcamientos sean públicos, ya que se trata de unos espacios situados en terreno rústico y con las máximas protecciones medioambientales. Un carácter público que debe afectar tanto a la titularidad del dominio como a la actividad. Todo ello significa que el Ayuntamiento deberá expropiar "estos u otros terrenos cercanos, eso lo decidirán nuestros técnicos y la Policía Local" dice Sagreras, e inscribirlos a su nombre. Después ya podría gestionarlos mediante funcionarios que cobraran por dejar aparcar o bien ofreciéndolos en concesión.
Oportunidad para Campos
"Lo cierto es que se trata de una grandísima oportunidad para que Campos obtenga unos buenos ingresos y, ya que no tenemos planta hotelera, nos beneficiemos de nuestras playas... pero eso será a medio y largo plazo. Por el momento se abre un periodo de tramitaciones hasta conseguirlo que puede ser larguísimo, de un año o incluso más", redunda el alcalde. "mientras tanto, no sé si por decreto ley o con otra fórmula legal, les pido a las administraciones que hagan algo".
Desde la corporación local temen además que la situación que puede producirse estos meses en las playas de Campos, pueda ser un ejemplo que dé pie a la clausura de más aparcamientos similares en otras zonas costeras de la isla, creando un efecto dominó.
