S'Albufera de Mallorca, la mayor zona húmeda de la comunidad balear, "padece los peores déficits desde su declaración" como parque natural. El grupo ecologista GOB puso ayer el grito en el cielo por la "desprotección" que afecta al humedal desde principios de la actual legislatura y aprovechó la celebración del Día Mundial de las Zonas Húmedas para denunciar esta circunstancia a nivel internacional, concretamente ante el secretariado del Convenio de Ramsar.

Cabe recordar que s'Albufera de Mallorca forma parte del citado convenio desde el año 1989, 18 años después de su creación (2 de febrero de 1971) en la ciudad iraní de Ramsar. El objetivo de esta red internacional es el de garantizar la conservación de las zonas húmedas, espacios de alta biodiversidad y de gran importancia ecológica y económica. El GOB señala que las zonas húmedas "tienen una consideración especial en la normativa ambiental", ya que ningún otro ecosistema ha sido objeto de un tratado internacional como el de Ramsar.

El grupo ecologista ha denunciado ante la convención de Ramsar que el parque natural de s'Albufera "padece un grave proceso de desprotección desde el año 2012". Esta tendencia, "por ahora", no afecta a nivel legal, pero "sí de hecho" como consecuencia de un "evidente cambio" en las prioridades de gestión por parte de la conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, a la que acusa de una "gestión irresponsable" que ha desembocado en una "pérdida de calidad ambiental" del parque natural.

Así, el GOB lamenta que desde el pasado año 2013 "no se realiza ningún seguimiento ecológico sistemático" del parque natural. El despido, en diciembre de 2012, del naturalista que realizaba las tareas de control de la calidad del agua, el seguimiento de las poblaciones de aves o la vigilancia de las especies invasoras ha provocado un "déficit gravísimo" porque "se corre el riesgo de no detectar los cambios ambientales que condicionan la conservación de s'Albufera".

Falta de vigilancia

La falta de vigilancia es otro de los problemas actuales del parque, pasando de un grupo de cuatro a seis personas que históricamente se encargaban de vigilar el parque a un personal reducido compuesto únicamente por un agente medioambiental y un celador "a tiempo parcial". La consecuencia es un incremento de infracciones detectadas.

Asimismo, la denuncia ante el convenio de Ramsar incluye una queja por la menor capacidad de gestión por parte de la dirección del parque. "La Conselleria ha eliminado atribuciones al director, que tiene menos capacidad para informar sobre los temas que afectan al parque y menos poder de decisión sobre las tareas a realizar", entre otras actividades.

El GOB lamenta también que "la investigación ha desaparecido de entre las prioridades del parque", ya que desde 2013 no se subvencionan iniciativas de investigación en el ámbito de s'Albufera. Por contra, el número de visitantes crece (unos 120.000 solo en 2013) y "se da luz verde a actividades deportivas hasta ahora prohibidas en el parque".

La falta de control ambiental sobre las obras realizadas por la propia administración en el humedal es otra denuncia formulada por el grupo ecologista, así como el abandono de la redaccion de documentos de planificación básica imprescindibles para la gestión de un parque natural. "La tramitación del Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) que se inició en la pasada legislatura se ha dejado caducar, mientras que el último Plan Rector de Uso y Gestión aprobado fue el del periodo 1999-2002", lamenta el GOB.

Los ecologistas confían en que el convenio de Ramsar intervenga para revertir la situación tal como ya hizo en 2010 para reclamar la paralización definitiva del campo de golf de Son Bosc.