Los pescadores locales reclaman a las autoridades que se autorice la descarga de atún rojo (Thunnus thynnus) en todos los puertos de Balears para poder acceder a esta pesca. Fuentes del sector indican que el colectivo está de cada vez más molesto con la situación pues "tenemos el mejor caladero de todo el Mediterráneo y no podemos explotarlo mientras observamos cómo barcos de multinacionales foráneas vienen a pescarlo aquí".

Balears ha perdido dos toneladas de cupo en un año. La Unión Europea ha reducido este tope máximo de pesca de cuatro toneladas a dos porque los pescadores locales no llegan al máximo.

Antoni Garau, secretario de la Federación de Cofradías, explica que "el año pasado la comunidad balear no pesco ni un sólo atún. Nosotros no podemos hacerlo porque no tenemos salida sólo tenemos dos puertos autorizados para la descarga". Uno de los puertos es el de Palma y el otro es el de Eivissa.

Garau señala que "se da la curiosa paradoja que si un barco efectúa una captura accidental y no atraca en Palma o Ibiza suele devolver el pescado muerto al mar porque no puede descargarlo legalmente y si se ha de trasladar puja més la corda que el bou".

En este sentido la Federación pide a las autoridades nacionales que se trabaje para aumentar la capacidad inspectora y así poder autorizar los diez puertos con pesca profesional de Mallorca: Alcúdia, Palma, Sóller, Andratx, Pollença, Cala Rajada, Porto Cristo, Porto Colom, Cala Figuera y Colonia de Sant Jordi; los tres de Menorca: Fornells, Maó y Ciutadella; los dos de Eivissa: Vila y Sant Antoni; y el puerto de Formentera, para la descarga de atún.

Perjuicios

El directivo de la federación insiste en que "la actual situación no sólo indigna a los pescadores locales sino que perjudica también a las grandes empresas pues el UE recorta el cupo porque no hay pesca suficiente". Sin embargo, los pescadores aducen a estudios del comité científico de la propia comisión de pesca de la UE que "indican que el caladero de Balears ha experimentado una recuperación extraordinaria desde 2008".

Los pescadores reconocen que hace seis años se encendieron las alarmas y que se propuso incluso la creación de un santuario para atunes en el mar balear. Sin embargo el sector asegura que en la actualidad la población de atún rojo está poniendo en peligro a otras especies pelágicas. Garau dice que "el atún es un predador voraz y su elevada población hace que se haya notado una bajada acuciante en la pesca de la sardina y el boquerón.

Gran depredador

Los atunes son depredadores temibles desde el momento en que nacen. Cazan por avistamiento y tienen una visión más aguda que cualquier otro pez óseo.

El atún rojo adulto come peces que viven en bancos como arenques, caballas, peces voladores, boquerones, calamares, anguilas y crustáceos así como estrellas de mar. Pueden sumergirse hasta unos 1.000 metros de profundidad en busca de alimento.

Los adultos miden normalmente unos dos metros de longitud, pero pueden alcanzar más de cuatro metros, lo que convierte al atún en uno de los peces óseos de mayor tamaño y el mayor de todas las especies de atunes.

Los adultos pesan como promedio unos 250 kilos, pero el ejemplar más grande registrado fue uno enorme, de 679 kilos, lo que supone un peso superior al de un caballo.

Representantes de los pescadores baleares acudieron, del día 7 al 10 de octubre, a la localidad croata de Split para una reunión en la que se pusieron sobre la mesa los cupos anuales y reclamaron un aumento de la cuota para Balears. El sector quiere también reclamar ante el ICCAT, organismo mundial que regula la pesca del atún porque en Balears los últimos en tener acceso a esta pesca son los locales.