Aquellos edificios, o restos patrimoniales, catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC), a menudo topan con una serie de trabas que pueden dificultar su correcta conservación y privan el acceso público. Si recientemente en Felanitx se reabrió el emblemático Castell de Santueri, tras cumplir con toda una serie de condiciones impuestas por el departamento de Patrimonio del Consell de Mallorca que retrasaron el ´disfrute´ de la ciudadanía de tan monumental fortificación, en Campos está pasando algo parecido con el convento de Sant Francesc de Paula.

El rector, Francesc Munar, informa de que el convento lleva cerrado "desde hace unos cinco años". Su deseo: iniciar las obras de rehabilitación esta primavera y poder reabrir las puertas en verano también de este 2014.

El Ayuntamiento de Campos y el Ibavi (vinculado al Govern balear) confeccionaron un proyecto base de restauración de las dependencias conventuales. A petición de la parroquia, este plan se amplió también a la iglesia, puesto que precisa de una serie de actuaciones urgentes, por ejemplo: rehabilitar el tejado; reforzar la volta del cor (bóveda del coro) ya que pierde consistencia; consolidar la fachada y reparar importantes grietas, entre otros deficiencias. La licencia de obras ya ha sido solicitada y se ha contratado al maestro de obras.

Munar apunta: "Nos piden estudios arqueológico, histórico y de restauración". Evidentemente, la parroquia campanera respeta los criterios técnicos y las opiniones de los expertos, si bien lamenta que al llevar unos cinco años cerrado, el convento de los frailes Mínims se ve aún más perjudicado.

La primera actuación que se emprendería sería la fase de restauración del tejado. Se calcula que esta obra podría suponer una inversión de alrededor de 150.000 euros. Munar señala que la parroquia ya ha ido recaudando dinero en los últimos años para poder afrontar este ambicioso proyecto de mejora en su conjunto. En este sentido, se llevan acumulados unos 45.000 euros.

Un considerable número de vecinos lamentan, como el rector, que el convento esté clausurado. Recuerdan que, además de la misa semanal, el lugar era escenario polivalente de actos socioculturales: conciertos u homenajes diversos.

En esta línea, en estos últimos cinco años han sido realmente pocas las excepciones que se han hecho para entrar al convento. Una de ellas fue una visita de unos jóvenes músicos extranjeros, que en su ruta por los órganos históricos y de mayor fama de la isla, les llevó a iglesias de Palma, Campos y Santanyí, principalmente.

El órgano de Campos es uno de los más destacados de Mallorca. La prestigiosa organista catalana Montserrat Torrent ha protagonizado conciertos y dado cursos.

Hasta catorce religiosos

El historiador Guillem Roser detalla que la comunidad de religiosos Mínims no llegó a superar los catorce. Permanecieron en Campos desde el 25 de noviembre de 1607 al 17 de agosto de 1835. Entre los servicios ofrecidos a la universitat de Campos previos a su llegada, se encontraban los oficios religiosos a la comunidad local, la educación infantil o la asistencia espiritual a enfermos y moribundos. "Se sabe que también dispensaron medicamentos al pueblo en la farmacia conventual, puesta en funcionamiento en el siglo XVIII", añade.

Muchos ciudadanos consideran que debería impulsarse una restauración como la que se ejecutó en las dependencias conventuales de Llucmajor hace ya varios años.

De las catas arqueológicas efectuadas en las dependencias conventuales de Campos (que antaño también tuvieron múltiples usos, como el de cuartel de la Guardia Civil) parece que habría que descartar la existencia de pinturas murales ocultas. Gracias a dicha intervención se descubrió un estucado mural decorado con motivos geométricos.