­Ayer, domingo, Alcúdia dio la bienvenida al mayor crucero llegado hasta el momento a su puerto. Se trata del buque Prinsendam, de la compañía Holand America Line (HAL), con una eslora de 204 metros y diez cubiertas y una capacidad para 840 pasajeros y 400 tripulantes.

El crucero es el menor de toda la flota de esta compañía holandesa especializada en cruceros de gran lujo y también el mayor que ha atracado hasta ahora en el Puerto de Alcúdia. La escala que hizo ayer en Alcúdia forma parte de un viaje de 28 días que comenzó en Amsterdam y acaba hoy lunes en Barcelona.

Esta es la primera vez que el Prinsendam atraca en el Puerto de Alcúdia. Por este motivo el capitán del barco, Tim Roberts, recibió a bordo a la alcaldesa, Coloma Terrassa, donde en el marco de un pequeño cóctel ambas autoridades intercambiaron regalos de bienvenida como las tradicionales metopas (placas con la enseña del barco) y otros obsequios.

Este buque es el tercer crucero que atraca en el Puerto de Alcúdia. En julio de 2012 llegó el primero: el Sea Cloud. El pasado mes de agosto se pudo ver al barco The world, una residencia privada flotante de superlujo de 196 metros, con 165 camarotes y cerca de 200 pasajeros.

Recepción

Los pasajeros del Prinsendam fueron recibidos, a primera hora de la mañana, por un grupo de ball de bot y una colla de xeremiers. En el exterior les esperaba personal de la oficina de turismo para completar la información que precisarán además de invitarles a la degustación de diferentes tipos de ensaïmada mallorquina.

Desde las ocho el goteo de pasajeros a tierra fue constante. Algunos ya habían contratado diferentes excursiones organizadas a Formentor, s´Albufera, Pollença e incluso a unas bodegas de Santa Maria. Otros, la mayoría, prefirieron pasear y llegar andando hasta el casco antiguo de Alcúdia para visitar el mercado.

No faltaron quienes contrataron la visita al municipio a través de guias especializados (como el bús turístico) y se notó una cierta falta de afluencia de taxis. La playa, a tan solo cinco minutos del punto de atraque, era también un reclamo interesante para estos viajeros. HAL posee una larga tradición en el transporte de viajeros entre América y Holanda.