El ayuntamiento de Santa Margalida se ha marcado el objetivo de reducir el elevado nivel de suciedad que presentan las calles del municipio, y especialmente el núcleo costero de Can Picafort, y para ello ha puesto en marcha una campaña de concienciación ciudadana que a partir de la próxima semana se traducirá en la imposición de sanciones para los que incumplan la ordenanza municipal que regula estas cuestiones.

El regidor delegado de Can Picafort, Joan Monjo (Convergència), y la teniente de alcalde Beatriu Gamundí (PSOE), explicaron ayer que, a pesar de haber doblado los efectivos de limpieza durante los meses de verano en Can Picafort, el nivel de suciedad en las calles apenas ha descendido en el núcleo residencial y turístico, que durante la temporada alta alcanza los 40.000 habitantes. "Sin la colaboración ciudadana, es imposible mantener las calles en condiciones de limpieza", apuntó Monjo, por lo que tras una primera fase informativa en la que se tratará de concienciar a la población sobre la necesidad de mantener las calles limpias se procederá a aplicar la ordenanza aprobada en 2004 y que contempla duras sanciones para los infractores. "La aplicaremos con todas las consecuencias", avisó el regidor.

Así, el simple lanzamiento de papeles o colillas de cigarro en la calle o el hecho de escupir en la vía pública está considerado como una infracción leve en la ordenanza y podrá ser sancionado con multas que oscilan entre los 30 y los 500 euros, aunque en una primera fase se aplicarán sólo las cantidades más bajas. También se vigilarán las zonas privadas, cuya limpieza es obligatoria según la ordenanza municipal. Igualmente, el Ayuntamiento se mostrará estricto con los propietarios de animales domésticos que no recojan los excrementos, uno de los principales motivos de queja vecinal en el núcleo costero, según aseguraron los regidores.

Por su parte, Bea Gamundí explicó que, antes de que la Policía Local empece a imponer sanciones se abrirá un periodo informativo que se reforzará con la edición de folletos que se distribuirán entre los ciudadanos. Tambien está previsto introducir nociones de civismo en las escuelas al mismo nivel en que se imparten cursos de educación vial entre los más jóvenes con el fin de que adquieran conciencia de la importancia de mantener los espacios comunitarios en buen estado.