Demarcación de Costas ha notificado a los departamentos de Urbanismo y Medio Ambiente del ayuntamiento de Manacor la eliminación de los 20 metros de servitud que afectaban a ambas partes del cauce del Riuet de Porto Cristo, a su paso por la zona húmeda conocida popularmente como el Port Romà. Eso significa que a partir de ahora quedan bajo la gestión municipal tanto los seis metros de paso público obligatorio, como los catorce de afectación que hasta hace tres semanas protegían el paso del torrente de ses Talaioles.

Esta eliminación consolida los polígonos 4-9 y 4-8 grafiados en los planos urbanísticos de Porto Cristo (ambos situados en la ladera interior del Port Romà), y permite el crecimiento en el microsistema ecológicamente más sensibles que se conservan en el núcleo costero. El primer polígono queda reservado para la construcción de servicios e instalaciones de usos deportivos. El segundo es una zona extensiva de crecimiento a través de viviendas o fincas de pisos u hoteles. La parte exterior de la curva (al norte) quedará, de momento y si no hay recalificaciones, como zona verde.

"Aunque la posibilidad está abierta, primero hace falta todavía que los interesados presenten un plan parcial que dote a los terrenos de los servicios básicos, como el asentamiento de electricidad o alcantarillado, antes de poder urbanizar y consolidar el espacio", explica el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento manacorí, Bernat Amer (AIPC).

La superficie total reordenada abarcaría 158.563 metros cuadrados, de los cuales el 50% se consideran área edificable extensiva. Otros 31.850 m2 de reservarían para parques y jardines públicos.

Un ex alcalde afectado

Además de otros factores, en la decisión de Costas han influido también las dos demandas ciudadanas presentadas a favor del deslinde, una de ellas interpuesta por el que fuera alcalde de Manacor a finales de los años 70, Rafel Muntaner, propietario de un inmueble parte de cuya construcción estaba hasta ahora dentro del espacio de protección estipulado por el Estado.

La desafección de los 20 metros también podría facilitar del mismo modo a la ansiada ampliación del puerto deportivo de Porto Cristo y la construcción de 200 nuevos amarres que se unan a los ya existentes gestionados por Ports de les Illes y el Club Náutico. El mayor problema en este sentido es la imposibilidad de hacer desaparecer el puente pequeño a nivel del agua que separa ambas partes, y que desde la demolición del elevado es la única vía de comunicación rodada y peatonal entre ambas partes del pueblo.

En verano de 2007 el ayuntamiento de Manacor ya incluyó la zona del Port Romà dentro del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), entonces a la espera de la aprobación del Govern. Pero la decisión quedó en suspenso por las dificultades administrativas que han llevado al retraso sin fecha de la aprobación del plan general y del PE-PC-03, como se llamó al proyecto que incluía, además de los amarres, una nueva zona hotelera, astilleros, un espacio para la hibernación de embarcaciones, un pequeño club náutico, zonas verdes y la reordenación del Carreró, la calle de marcha nocturna de Porto Cristo.

La superficie total reordenada abarca 158.563 metros cuadrados, de los cuales el 50% se consideran área edificable extensiva. Otros 31.850 m2 de reservarían para parques y jardines públicos.

Según los historiadores, en la antigüedad, el torrente de ses Talaioles llegaba hasta las Coves dels Hams y que en el interior existió un puerto romano. En época romana el nivel del mar era unos 50 centímetros superior al actual, por lo que la posibilidad cabe dentro de la lógica.