­El Ayuntamiento de Alcúdia reclama 24.234 euros por vía ejecutiva a vendedores del mercadillo semanal, correspondientes a impagados de la tasa por el puesto de venta y de la basura de hace varios ejercicios. Algunos recibos son de hace siete años, otros de hasta cinco y seis años. Sin embargo, y a pesar de la antigüedad de las deudas y de la acumulación de las mismas, el Ayuntamiento renovaba la licencia cada año a dichos deudores, según reconoce la concejal delegada de Mercados y teniente de alcaldesa, Carme Garcia.

La deuda corresponde a un total de 85 recibos. Garcia afirma que "muchos de ellos son de dudoso cobro pues nos hemos encontrado con muchos insolventes". La edil puntualiza además que "sintiéndolo mucho a los que no abonen la deuda se les retirará el cartón (así se denomina a la licencia de venta) y, como es lógico, no se les permitirá renovarlo en un futuro". La concejala razona que "de permitir esta situación se incurriría en un agravio comparativo hacia los vendedores que cumplen con sus obligaciones y además fomentaríamos la competencia desleal".

Las deudas suponen una herencia en parte del anterior equipo de gobierno, pero García no pretende responsabilizar a nadie. "Ha sido una costumbre reiterada, incluso desde que gobernamos nosotros la de renovar los cartones a pesar de que había deudas de por medio. Perder la licencia en Alcúdia era muy difícil y esto es lo que he querido cambiar".

Las razones que impulsan la actuación del área de Mercados se centran en la pérdida de calidad de la oferta que ha sufrido el mercado local. El consistorio considera que ha crecido de forma desmesurada y ha llegado a un colapso económico.

Demasiados puestos

García opina que "probablemente muchos de los vendedores no pueden pagar las tasas porque no ganan lo suficiente". Alcúdia celebra mercado los martes y domingos. Hace unos años contaba con unos 200 puestos de venta aproximadamente y en la actualidad llega a los 500. García dice que "lo que se ha hecho es repartir el hambre en lugar de mejorar la calidad".

La intención municipal es volver a la situación inicial y por ello anuncia que este año no dejará instalarse a ningún vendedor eventual, eliminando paulatinamente toda la exposición del Camí de Ronda.

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