El ayuntamiento de Pollença ha iniciado con carácter de urgencia la tramitación para licitar las obras de reforma del conjunto del Calvari con el objetivo de que los trabajos hayan finalizado antes del próximo 30 de junio. Este proyecto, junto a la rehabilitación del claustro de Sant Domingo, han obtenido financiación del gobierno central gracias a una convocatoria de ayudas para proyectos de conservación, protección y difusión de bienes declarados como patrimonio mundial. Por ello, el de Pollença es el primero de los municipios integrados en la Serra de Tramuntana que obtendrá un beneficio directo de la declaración de la montaña mallorquina como patrimonio de la humanida por parte de la Unesco.

El proyecto de rehabilitación del conjunto de la zona del Calvari, uno de los puntos del municipio más visitados por los turistas, tiene un presupuesto base de licitación de 245.000 euros que serán aportados en su totalidad por el gobierno central.

Las obras a realizar en este emblemático espacio de Pollença consistirán en una reparación integral de la escalinata, un elemento cargado de simbolismo y uno de los conjuntos más conocidos del municipio, además de una actuación de embellecimiento de las zonas verdes situadas en los dos márgenes de la escalera. También está prevista la rehabilitación del claustro situado junto al oratorio que domina el conjunto, la sustitución de las farolas a lo largo de todo el itinerario y el asfaltado de los caminos que conectan el Calvari con la zona del Pont Romà de la localidad. "El objetivo es el de habilitar itinerarios para que los turistas puedan realizar un circuito completo por la zona", explicó ayer el alcalde de Pollença, Tomeu Cifre (PP). Otra finalidad, plasmada en el pliego de condiciones del contrato, es la de "mantener las condiciones de utilización de estos espacios sin que representen un peligro para los numerosos visitantes".

El plazo de ejecución del proyecto es de cuatro meses, por lo que el Ayuntamiento ´pollencí´ deberá contratar las obras este mismo mes si quiere finalizar los trabajos antes del próximo mes de julio, una condición impuesta por el gobierno de Madrid.