En una sala de plenos llena a rebosar y el día en que cumplía 60 años, Tomeu Lladonet (CxI) cedía ayer la alcaldía de ses Salines al Partido Popular comandado por Maria Bonet, quien se convierte en la nueva alcaldesa del municipio hasta las próximas elecciones autonómicas de 2015. El cambio responde al pacto firmado en 2011 entre los conservadores y Convergència para repartirse la alcaldía de acuerdo a la representación en regidores de cada uno.

En una sesión extraordinaria cuyo único punto del día era el cambio de vara, el concejal más veterano, Galo Molina, ofició de jefe de ceremonias. Y aunque se presentaron más de un candidato a la sucesión de Lladonet, las cuentas estaban claras desde el principio: los cinco regidores del PP más los tres de CxI, eran suficientes para proclamar a Bonet.

"Vamos a seguir con la misma política y en la misma dirección común. Hemos apoyado al alcalde Lladonet al cien por cien y él ha cumplido con su compromiso fil per randa. Ya se sabe que quien no cumple no es de confianza, pero con él hemos tenido en todo momento buenas relaciones", expresaba quien fuera ya alcaldesa de ses Salines tras la marcha forzada de Sebastià Vidal. "En el fondo el cambio no es tan grande, seguiremos con los proyectos ya iniciados y entre los que destaca el ensanchamiento de la carretera que va del pueblo a la Colònia de Sant Jordi. Con diálogo y buena disposición para el bien general del municipio".

Lladonet, por su parte, dio las gracias a todos los concejales tanto del PSOE como del PP que le han acompañado "durante estos dos años y tres meses que he estado como alcalde de ses Salines. Esto es solo un punto y seguido, pues continuaré cada mañana en el mismo sitio pero como teniente de alcalde para cualquier problema que tengais".

Tras los parlamentos, el alcalde saliente, visiblemente emocionado, entregaba la vara a su sucesora, quien sonriente daba las gracias al público presente, entre los que se encontraban los alcaldes de Santanyí y Campos, junto al conseller Simó Gornés o al presidente de Convergència, ahora integrado en el PI, Josep Melià. El acto acabó con varios regidores cantando el cumpleaños feliz.