El pleno del ayuntamiento de ses Salines informó acerca de la calidad del agua suministrada. La polémica radica en que el pasado verano la Mancomunitat Migjorn d´Aigües advirtió de elevados índices de cloruros y sodio y vecinos de Campos fueron informados, pero no los del municipio de ses Salines. La asociación de vecinos y la oposición denunciaron "falta de transparencia" y en la sesión ordinaria de la pasada semana se divulgó un informe de la conselleria de Sanidad (basada en un análisis del 2 de octubre) que concluye que el agua es apta y no hay motivos de alarma, si bien deben tomarse medidas para mejorar el suministro.

El concejal Juan Rodríguez (PP), en declaraciones a este diario remarcó que las inspecciones y expedientes al respecto del agua "siempre han sido de carácter público, no se ha ocultado nada". Reconoció que, principalmente en verano, el agua se excede en determinados parámetros, "pero hay algunos meses en los que no se incumple nada y es incluso más buena que la embotellada".

Asimismo, el servicio de Salud Ambiental expuso que el ayuntamiento de ses Salines no tenía la obligación legal de avisar por la cantidad de cloruros del agua. La ley estabece que han de avisar cuando supera los 500 mg/l, y los datos se mueven entre 300 y 400. Eso sí, a partir de 250 han de aplicarse medidas correctoras.

La oposición y la asociación de vecinos presidida por Jaume Pou discutió a los gobernantes que el análisis del agua presentado a pleno se hizo el 2 de octubre "y no cuando se creó la alarma, en los meses de julio y agosto". "Por esto pueden hacer las analíticas en Navidad, si quieren", criticó Pou.