Una parte del Port del Pollença ha mantenido a lo largo de los últimos años una imagen similar a la de la primera mitad del siglo XX, con casas y chales de planta baja y una altura. La razón estriba en que debido a la proximidad de la Base se mantenía la prohibición de elevar alturas para evitar accidentes aéreos. Esta prohibición se ha abolido y Arca ha dado la alarma ante la desaparición de edificios singulares por "falta de protección municipal".

La entidad explica que "el Port de Pollença ha sufrido una transformación urbanística y estética en los últimos 30 años que no ha tenido en cuenta el valor paisajístico e histórico del conjunto. Cómo tantas veces pasa, el hecho que un fragmento del Port sea zona militar, sin ninguna presión especulativa, ha conservado la estética de los edificios". Por ello Arca solicita que ahora que ha desaparecido la prohibición sea el Ayuntamiento quien aproveche la circunstancia y mantengo la prohibición.

El PGOU de Pollença está en proceso de revisión para adaptarse al PTM. Arca anuncia que presentará propuestas encaminadas a la conservación real del Patrimonio de Pollença y del Port. El alcalde, Bartomeu Cifre (PP) responde que "el PGOU ya contempla la limitación de una planta baja y dos alturas como máximo". Por otra parte indica que el catálogo está en pleno proceso de elaboración y que se espera que pronto pueda aprobarse inicialmente.

Arca considera que el Port en su conjunto es una prioridad. "Los inmuebles originales están siendo derrocados uno a uno a causa de que la edificabilidad permitida ahora es superior a la de los edificios originales. Can Franc está en peligro a pesar de las promesas de los responsables políticos", sostiene un portavoz de dicha asociación.