El equipo de gobierno de Santa Margalida, integrado por Suma pel Canvi y Convergència, inició hace unos días los trabajos de eliminación del carril bici situado en el paseo marítimo de Can Picafort, una decisión que ha topado con el rechazo de los partidos de la oposición, PP y CPU, que fueron los impulsores del proyecto en la pasada legislatura.

El teniente de alcalde Joan Monjo, de Convergència, explica que el objetivo municipal es el de "dar preferencia de paso a los peatones por encima de los ciclistas", a pesar de que en ningún caso se prohibirá el paso de bicicletas por el paseo peatonal.

El carril bici estaba situado en el tramo del paseo más próximo a la playa, y muy cerca de los accesos, con el consecuente peligro de accidente entre los ciclistas y los usuarios de la playa. La seguridad es uno de los argumentos esgrimidos por el Ayuntamiento para justificar la actuación.

Por otra parte, el consistorio ha procedido ya a abrir tres nuevos accesos desde el paseo marítimo a la playa de Can Picafort. Monjo explica que "cuando se construyó el paseo se eliminaron muchas entradas a la playa", por lo que la nueva actuación municipal viene a compensar aquella pérdida. El Ayuntamiento ha tomado dos criterios en consideración: que no haya más de cien metros de distancia entre un acceso y otro, y que cada calle peatonal o de tráfico rodado que llegue hasta el paseo marítimo tenga un acceso a la playa. Según Monjo, la actuación "beneficia a todo el mundo y mejora la accesibilidad a la playa".

Por su parte, el PP se muestra muy crítico con la supresión del carril bici de Can Picafort. En el último pleno, los populares presentaron una moción que proponía dar marcha atrás en el proceso de supresión del carril, aunque fue rechazada por el equipo de gobierno. El portavoz del PP, Martí Torres, explica que los 850 metros de carril bici "son parte de una reforma del paseo marítimo que concluyó el pasado año" y "dan continuidad a un carril bici anterior que se incorporó a la reforma del primer tramo del paseo y que permitía a la gente recorrer una distancia de 2,5 kilómetros en bicicleta por la primera línea de Can Picafort". Torres cree que la supresión del proyecto va en contra de la promoción del municipio como destino para cicloturistas.