El alcalde de Alaró, Joan Simonet (PP), anunció el pasado lunes que, debido a la situación económica del consistorio, se ve obligado a instaurar una tasa para financiar el servicio de ayuda a domicilio que se presta desde el departamento de Servicios Sociales municipal. Hasta la fecha, este servicio siempre había sido gratuito. El anuncio se produjo tras una reunión mantenida con medio centenar de familias.

"Lo siento mucho y era lo último que quería hacer, pero no nos queda más remedio si no queremos que el déficit sea mayor", explicó ayer Simonet. El servicio atiende actualmente a sesenta usuarios y ocupa a nueve trabajadoras.

El alcalde apunta que el coste de la asistencia ronda los 180.000 euros, que se destinan básicamente al pago del personal contratado, y que el único ingreso habitual son 60.000 euros del plan de prestaciones básicas del Consell, aunque reconoce que a día de hoy no tiene confirmada esta aportación.

La nueva tasa fija un precio de seis euros por hora de asistencia, lo que, según Simonet, reportará unos ingresos aproximados de 20.000 euros. "No cubriremos el coste total, pero servirá de ayuda", añade.

Bonificaciones

Además, en la reunión se anunciaron diversas bonificaciones para las personas usuarias que reciban una pensión menor de 720 euros. Así, para las que cobren menos de 360 seguirá siendo gratuito; hasta 480 euros, 1,5 euros la hora; y a partir de 480 euros mensuales de ingresos, 3 euros por hora.

Simonet asegura que se darán toda clase de facilidades y se estudiarán los casos de las familias que no puedan asumir el nuevo gasto y necesiten el servicio. La previsión municipal es que alrededor de un quince por ciento de usuarios pueden decidir ahora prescindir de la ayuda domiciliaria de pago, lo que implicaría una reestructuración de los turnos de trabajo.

"Ahora comprobaremos cómo reacciona la gente, pero a lo mejor después podemos incluso mejorar la atención y ofrecer asistencia por las tardes o el sábado", argumenta. De todas formas, el compromiso del alcalde ante las familias fue que cuando mejore la situación económica esta sería la primera tasa que se eliminaría. De hecho, Simonet recuerda que cuando se aprobó la posibilidad de instaurar esta tasa en 2005, el PP –entonces en la oposición– votó en contra.

Propuestas alternativas

Durante la reunión hubo personas que pidieron al consistorio que reflexione antes de aplicar esta tasa, puesto que se trata de un servicio básico muy necesario. Otras voces consideraron que se debería recortar en fiestas o en subvenciones antes de gravar la ayuda a las personas mayores más necesitadas del pueblo. Pero, en general, según el alcalde, el encuentro fue muy positivo y las familias entendieron que la situación obliga ha hacerlo.