Siempre se ha dicho que los alcaldes de los municipios pequeños tienen que estar preparados para todo, atentos a cualquier urgencia que pueda sobrevenir. Esta norma se cumplió a rajatabla en Costitx a las doce de la noche del pasado día 31 de diciembre. La gente que se concentró en la plaza de la iglesia para seguir en directo las doce campanadas que daban entrada al año nuevo fueron testigos de una escena inédita hasta la fecha. Y es que el reloj dejó de sonar sobre las siete de la tarde, cuando faltaba muy poco tiempo para arreglarlo, justamente el día del año en que las campanadas del cambio de día no pasan a nadie por alto. ¿Qué hacemos?, debieron pensar los responsables municipales. La solución estaba en casa. El alcalde Antoni Salas se apoderó del tambor del ´saig´ (pregonero) y tocó él mismo las campanadas con la ayuda de un asistente que, con un móvil en la mano, le iba indicando el momento en el que debía golpear la piel del instrumento. La incredulidad se apoderó del respetable. Incluso hubo quien grabó la escena con un móvil para mostrarla al mundo vía Youtube.

Las campanadas tampoco se oyeron en el pueblo de Sineu

Parece que los relojes de la comarca del Pla se pusieron de acuerdo para amargar el inicio de la Nochevieja. Según han asegurado diversas personas que se encontraban en la plaza de la iglesia de Sineu, las campanadas no se oyeron en la localidad, provocando el desconcierto de todos los que esperaban con las doce uvas en la mano.