Durante años, Bunyola había sido uno de los pocos municipios de la isla que no celebraba una feria; pero desde el año pasado, la nueva Fira de Santa Catalina se está consolidando como un acontecimiento imprescindible para la dinamización del pueblo. Ayer, miles de personas visitaron el pueblo, para admirar una celebración cuyas actividades se llevaron a cabo durante todo el fin de semana.

Centrada en la promoción de la artesanía y los productos locales, además del medio ambiente y la ecología, la feria contó con expositores distribuidos en una decena de calles y en la plaza del pueblo. Este año, además, el evento también acogió el Concurso y Exposición Nacional Canina, con decenas de perros de todas las razas . Asimismo no faltaron las actuaciones de la Banda de Música de Bunyola y de los xeremiers Grallalsac.

La Fira de Santa Catalina, que debe su nombre a esta fiesta tradicional de Bunyola, cuya revetla se celebró el jueves con foguerons y gloses, se había iniciado el sábado con la inauguración de exposiciones, el desfile de los Gegants del pueblo y las actuaciones de la Escola de Ball de Bunyola y Música Nostra, además representaciones teatrales. También el sábado por la noche centenares de personas participaron en la segunda edición del 'Bunyola tapa', un recorrido de tapeo por bares y restaurantes del pueblo a dos euros la tapa y la bebida.

La organización de la Fira supuso cortes de tráfico en las principales calles del pueblo, subsanados por varias zonas de aparcamiento en las entradas.

Aunque la participación ha sido menor que en la edición anterior, la feria de Santa Catalina se ha consolidado ya como un evento imprescindible.