Los ciudadanos de Maria de la Salut están indignados por la circulación de vehículos en la plaza des Pou durante los fines de semana. Se quejan del desconcierto y el riesgo que supone la apertura al tráfico de este espacio.

Esta plaza, centro neurálgico del municipio, fue objeto hace poco más de un año de reformas como el adoquinado de las calles que la rodean y la desaparición del desnivel entre las aceras y la calzada. Es una especie de plaza peatonizada sin serlo realmente, ya que se permite la circulación de vehículos de todo tipo, incluso de camiones de gran tonelaje.

Desde el Ayuntamiento se tomó la decisión de impedir el tráfico en esta zona a partir del viernes por la mañana, día de mercado, hasta la mañana del lunes. También se cierra los días de fiesta y cuando se celebra algún evento que lo requiera. Al principio se cerraban los accesos con unas cadenas de plástico fuerte que, a pesar de algunas protestas, cumplían su cometido. Con la plaza sin tráfico, los más pequeños podían correr y jugar por todo el espacio sin ningún tipo de peligro y para los demás vecinos suponía un amplio espacio lúdico. Después se intentó cerrar el recinto con pilones y la solución no resultó lo satisfactoria que se esperaba.

Últimamente se señalizan las entradas con discos de dirección prohibida, sin poner ni cadenas ni vallas, que muchos vehículos no respetan. Incluso hay alguien que quita el disco de la calzada y lo coloca al revés sobre la acera, con lo que la vía queda completamente libre. En estas últimas fechas de fin de semana y festivos ni tan siquiera se colocaban estas señales. A preguntas de la oposición, el alcalde Antoni Mulet (PP) aseguró en el último pleno que intentará resolver el problema cuanto antes.