­La balsa de agua depurada situada en Maria de la Salut y que debe nutrir de líquido a unos 215 regantes de varios municipios está completamente lista pero no puede funcionar aún. El problema radica en que no se ha concretado la autorización de potencia eléctrica para las bombas impulsoras. El conseller de Agricultura, Gabriel Company, manifestó que se está en negociaciones con la empresa suministradora y que en un plazo de unos dos meses estaría todo en orden.

El conseller visitó las instalaciones ayer junto al secretario de Estado de Medio Rural y Agua del Gobierno central, Josep Puxeu. Éste último indicó que "las particularidades de territorios como las islas precisan de actuaciones concretas y específicas como la que vemos hoy". Además insistió en que "desde el estado se sigue una política de lealtad institucional con todas las comunidades autónomas para encauzar políticas que duren hasta 2020 y que se encaminen a garantizar la renta de los payeses".

El proyecto, que tiene un presupuesto de 6.200.000 euros, consta de una balsa de regulación con una capacidad de unos 57.000 metros cúbicos. Este lago de agua depurada cuenta con dos estaciones de bombeo, una con tres bombas sumergibles y la segunda con tres de cámara partida.

La red de riego se extenderá por 100 hectáreas de superficie y para ello se han construido tres conducciones principales y otras secundarias. Se ha llevado a cabo el asfaltado de 13 caminos rurales.

De esta manera también se evitarán gran cantidad de vertidos a los torrentes y al mar, disminuyendo el riesgo de contaminación y el exceso de uso de los pozos agrícolas.

Esta actuación forma parte del Plan de Regadío Nacional. Ha sido financiado con aportaciones del Estado y de la conselleria de Agricultura del Govern balear.