El propio Maties Adrover nos indica la mejor manera de iniciarse en la degustación de flores comestibles, por ejemplo, a modo de ensalada. Sobre la mesa instalaremos un plato de barriga profunda para que quepan en abundancia. Las proporciones de la mezcla van a gusto del consumidor (se recomienda probar cada cosa por separado y decidir). Puede parecer una práctica elitista pero sólo es cuestión de nombres, no hay que asustarse. "Tenemos que mezclar rúcula selvática, radicho castelfranco, tat soi, escarola frisé, tomatitos cherry y unas cuantas flores de pensamiento. Acto seguido lo rociaremos todo con los aceites y vinagres preferidos". Nada más... y nada menos. ¡Buen provecho!.