Fin a las especulaciones e imagen de unidad y firme convencimiento de que habrá un cambio de color en el Consell de Mallorca y el Govern balear tras las próximas elecciones del 22 de mayo. El restaurante sa Gruta, entre s´Illot y Porto Cristo, acogió anoche una multitudinaria cena convocada por el PP de Manacor. Asistieron unas 600 personas, que arroparon al actual alcalde y portavoz conservador en el Parlament, Toni Pastor, quien optará por tercera vez a ocupar el despacho de la alcaldía ´manacorina´.

Asistieron un considerable número de altos cargos del PP, como el presidente del partido a nivel balear y candidato a presidir el Govern después de los próximos comicios, José Ramón Bauzá; la candidata al Consell, Maria Salom; el presidente insular de la formación, Joan Rotger, y distintos diputados y alcaldes conservadores. Bauzá, que antes de acudir a sa Gruta también se desplazó a Felanitx para presentar al candidato del PP a la alcaldía, el actual primer edil Biel Tauler, se mostró muy confiado con el "gran resultado" que obtendrá Pastor en Manacor y destacó el trabajo de su equipo. En esta línea, en la cita de anoche se remarcó la unidad del partido.

No obstante, cabe recordar que en el último año los desencuentros entre Pastor y Bauzá han sido más que evidentes, principalmente al discrepar Pastor de la decisión tomada por Bauzá de que los imputados no podrían figurar en las listas. Asimismo, el primer edil ´manacorí´ se ha manifestado abiertamente y en reiteradas ocasiones a favor de la llengua catalana, constatándose una clara desavenencia con el discurso de Bauzá. Afines al sector de Pastor tampoco han disimulado en los últimos tiempos su recelo en relación a las formas de Bauzá y otros miembros como el alcalde de Calvià, Carlos Delgado.

Aplazado el derribo del puente

La novedad que trascendió ayer respecto al famoso caso del derribo del puente del Riuet de Porto Cristo, ordenado por la Justicia, fue que precisamente el tribunal habría comunicado mediante un escrito a la empresa navarra Erri-Berri (encargada del desmonte y la demolición) y a Electrohidráulica (retirada del cableado), que no proceden a actuar hasta que no se les dé la luz verde expresa.

Y el Ayuntamiento sigue a la espera de los vecinos afectados para trasladar un acuerdo al tribunal. Un afectado pone considerables reparos. El Consistorio acepta pagar hasta 500.000 euros y finalmente no compraría ningún piso.