Poco más de un año después del inicio de la presente legislatura, el municipio de Búger estrenó ayer un nuevo alcalde, Bartomeu Alemany, del PP, partido que asume por primera vez en el periodo democrático el poder municipal en la localidad del Raiguer. Alemany sustituirá al nacionalista Pere Perelló, quien hizo efectiva el pasado día 2 de julio su dimisión anunciada como consecuencia de la ruptura del pacto PSM-UM que ha gobernado el primer año del actual ejercicio.

En una sala de plenos repleta de gente y con una elevada presencia de políticos del PP, entre los que destacaba la presidenta del partido, Rosa Estaràs, el secretario general, Guillem Estarellas, y una alta representación de alcaldes del partido, con Antoni Pastor y Pere Rotger a la cabeza, el popular Bartomeu Alemany recogió la vara de alcaldía y prometió asumir el cargo con "seny y responsabilidad".

A pesar de ser el partido más votado en las pasadas elecciones y conseguir cuatro concejales por tres del PSM y dos de UM, el PP inició ayer una aventura que no será fácil debido a que no dispone de la mayoría suficiente para gestionar el Ayuntamiento sin necesidad de llegar a acuerdos puntuales con las otras dos formaciones.

Consciente de esta situación, Alemany explicó en su primer discurso institucional como primer edil de la localidad que, "desde el respeto y la responsabilidad", intentará buscar el "consenso" con las otras dos fuerzas políticas, ahora en la oposición, para llevar a cabo los proyectos más necesarios para el pueblo e instó tanto a PSM como a UM a ser parte activa de la gestión municipal mediante la presentación de propuestas. Los portavoces de ambas formaciones se comprometieron a apoyar las propuestas "positivas para Búger".

El nuevo alcalde popular obvió en su discurso las convulsiones políticas que han caracterizado este primer año de legislatura entre los dos partidos que han gobernado las dos últimas legislaturas y el primer año de la actual. Alemany optó por pasar página y abrir puertas a un diálogo "fluido y constante" para no paralizar más la actividad política del Ayuntamiento.

Una vez finalizado el acto institucional, el nuevo alcalde recibió la felicitación de políticos y vecinos. Al final, los presentes disfrutaron de un aperitivo en el exterior del edificio consistorial para celebrar la nueva etapa política. Alemany explicó que los proyectos más urgentes a desarrollar son la escoleta y una nueva escuela de infantil y primaria en Búger.

El acto de ayer puso fin a una primera etapa de la legislatura que se ha caracterizado por la inestabilidad política. El pacto entre nacionalistas y regionalistas que arrancó el mandato ya se inició con dudas. Pere Perelló (PSM) y Manuel Patiño (UM) sellaron el acuerdo de gobernabilidad a última hora. Fue una primera señal de las desaveniencias que vendrían después y que, en algunos casos, eran heredadas de la pasada legislatura.

La negativa de UM a apoyar los presupuestos municipales al no estar de acuerdo con una refinanciación de préstamos propuesta por el PSM desencadenó la ruptura del pacto de centro-izquierda a finales de marzo. Desde entonces, Perelló ha gobernado en minoría mientras se abortaban las negociaciones entre PP y UM para formalizar una mayoría estable. El alcalde nacionalista decidió abandonar su cargo a principios de mes debido a la situación precaria en la que se encontraba.