El letrero que daba aviso de la inminente demolición del Estadi del Atlético Baleares y que solicitaba sacar a los gatos de su interior provocó la alarma entre los voluntarios que trabajan por proporcionar unas condiciones de vida "digna" a estos animales. Desde ayer respiran tranquilos. Reunidos con los propietarios, éstos "nos han dado todo tipo de facilidades para que podamos cazar a los gatos mayores y poder castrarlos". Será este domingo. Después "les buscaremos una nueva reubicación", contó Juan Eugenio, voluntario desde hace muchos años.

Al mismo tiempo, este grupo de amigos de los mininos ya han encontrado casas de acogida para los más pequeños. En total, en el estadio vivían más de cincuenta gatos.

La alarma cundió al ver que al ser una propiedad privada tenían vedado el paso y no podían evitar "una muerte segura" de los animales. A través de redes sociales y de la plataforma SOS Mascotas Mallorca la movilización no se hizo esperar.

"Exigimos al Ayuntamiento de Palma una respuesta y ayuda en este caso urgente. Deben dar garantías a que estos gatos sean cazados, castrados y reubicados", piden los voluntarios.

Por el momento, han conseguido que la propiedad del estadio les permita entrar. También les explicaron ayer que "la demolición va a ser gradual, que primero irán sacando las gradas, desde la primera torre a la última". Juan Eugenio elogió la "buena disposición de la propiedad".

"No es el único caso. Lo que está ocurriendo en Palma con los gatos es una vergüenza. Todo cae encima del voluntario. Cort debería ayudar al establecimiento de más colonias controladas, de ayudas para la castración. Los gatos son muy útiles en la eliminación de plagas de ratas y cucarachas", recuerda este voluntario.

"Esta historia del estadio se está repitiendo en un 90 por cien en toda Palma. Los voluntarios tenemos que arreglar un tema que debería solucionar la administración. No sé cómo a Cort no le da vergüenza. Los animales son los grandes olvidados", opina Patricia Montaldo, presidenta de SOS Mascotas Mallorca.