La asociación de vecinos de Son Rapinya denuncia que las obras para la instalación de 14 torres de alta tensión detrás de la urbanización de Son Puig están realizándose en un Área Natural de Especial Interés (ANEI). Se trata del bosque que comienza junto al cementerio de la Vileta, en el que se han talado cerca de 80 pinos con el fin de ensanchar y allanar el camino para colocar las torres, tal como denunciaron los residentes hace una semana. Tras conocer que el destrozo del lugar frecuentado por paseantes y corredores se ha producido en la zona protegida, no entienden por qué las administraciones han autorizado esta ubicación y piden explicaciones.

Tanto desde la conselleria de Medio Ambiente del Govern como desde la compañía Red Eléctrica señalan que las obras cuentan con el necesario Estudio de Impacto Ambiental, así como la autorización de la conselleria de Territorio y Energía. Fuentes de la empresa detallan además que será "una instalación de interés general, por lo que se puede llevar a cabo en un ANEI".

La asociación de vecinos no cuestiona su legalidad, pero se pregunta por qué no se buscaron alternativas menos impactantes. Según indica el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 31 de julio de 2015, la superficie de tala afectada suma 16.403 metros cuadrados de fincas privadas pertenecientes a cuatro propietarios diferentes. La mayor parte (9.162 metros cuadrados) son de la sociedad que también tiene los campos de golf de Son Quint y Son Muntaner y el hotel Arabella, entre otras propiedades.

Cuatro kilómetros

El BOE señala asimismo que la red aérea de alta tensión tendrá una longitud total de 4.290 metros cuadrados y la red subterránea, cuyas obras se inician la próxima semana, abarcará 3.290 metros cuadrados. Especifica que esta actuación "consiste en el tendido de dos nuevas líneas aerosubterráneas de interconexión con la red de transporte a 220 kV de la nueva subestación de Son Moix desde la línea existente", la que une Son Reus y Valldurgent 2. El tramo soterrado irá por la zona urbana desde Son Puig hasta la subestación situada cerca de la rotonda de Can Valero. El presupuesto de toda la red asciende a 6,4 millones de euros.

La asociación de vecinos de Son Rapinya critica además que "están abriendo nuevos caminos para acceder a las obras, por lo que en el futuro serán utilizados por quads y todoterrenos, con lo perjudicial que resultará para el bosque. Han entrado como un elefante en una cacharrería", en palabras de la presidenta vecinal, Marisa Bonache.

Desde Red Eléctrica esgrimen que "los nuevos accesos están contemplados en el proyecto y se llevan a cabo de acuerdo a las prescripciones del EIA (Estudio de Impacto Ambiental)". De todos modos, utilizan principalmente caminos existentes que se crearon para la instalación de las primeras torres de alta tensión en la zona, en los años 80. La entrada desde el cementerio prohíbe el acceso de vehículos, aunque el personal de obra cuenta con un permiso especial, según añaden. Las torres de alta tensión servirán para el abastecimiento de la ciudad, tal como concluyen.