Las nuevas tarifas de agua potable y alcantarillado, que entrarán en vigor el próximo año, solo supondrán un incremento importante de la factura "a aquellas familias que abusen de este recurso escaso", según afirmó la teniente de alcalde de Ecología y presidenta de Emaya, Neus Truyol. Al respecto, afirmó que "hay familias que consumen 100 metros cúbicos al mes, cuando el 72% no llegan a los diez metros cúbicos".

Truyol justificó el incremento, que supondrá una mayor recaudación por parte de Emaya de 2,5 millones, por la sequía, que obligará el próximo año a adquirir agua desalada por un importe de 8,6 millones y como una medida de ahorro.

La parte fija de la tarifa no se toca, aunque si la proporcional que se aplica en función del consumo. Para los consumos inferiores a los 10 metros cúbicos mensuales no habrá incremento, puesto que se aplicará una bonificación del 7%. Si se supera esta cantidad, la subida oscilará entre el 6% y el 12%.

Se mantienen las bonificaciones del 100% a aquellas familias cuyos ingresos mensuales no superen los 950 euros. En el caso de las familias numerosas se aplicará la progresividad a partir de un consumo superior a los 28 metros cúbicos mensuales, que es el equivalente al consumo medio de 7 personas. Las tarifas de los hoteles se unifican con el fin de eliminar la discriminación que suponía el hecho de que los establecimientos de más estrellas pagaran menos que los de menor categoría. Con la modificación cada dos plazas de hotel se equiparan al consumo de una vivienda.

El portavoz de Ciudadanos, Josep Lluís Bauzá, justificó su voto negativo a la propuesta afirmando que, en realidad, "se pretende recaudar más con la excusa de la sequía".

Por su parte, la concejala del PP María José Bauzá, justificó el voto negativo de su grupo porque "esta subida materializa el castigo del equipo de gobierno a las familias de Palma utilizando como excusa la sequía, cuando la verdadera causa es su mala gestión".