El consejo de administración de Emaya celebrado ayer aprobó el incremento de las tarifas de agua y alcantarillado, con las que la empresa municipal espera recaudar el próximo año 2,6 millones más. No obstante, el gasto en la adquisición de agua potable procedente de la desaladora de agua de mar debido a la sequía supondrá un aumento de la factura de 8,6 millones, de ahí que desde la empresa se insista en que el aumento de las tarifas no es una medida recaudatoria sino que se ha adoptado para incentivar el ahorro.

De hecho, el aumento solo se aplica a la cuota variable, que se incrementa en función del consumo, y se bonifica con el 7% a aquellas viviendas cuyo consumo sea menor a 10 metros cúbicos mensuales. Se trata de una situación en la que se incluyen, según Emaya, el 72% de las familias palmesanas, tanto si disponen como si no de contador individual. En algunos casos la cuota incluso puede bajar entre el 0,5 y el 1%. En el caso de los hoteles de cuatro y cinco estrellas se suprime la bonificación de la que disfrutaban hasta ahora, por lo que se unifican las tarifas en función de la categoría y se penalizan los consumos elevados.