El suelo de pizarra que cubre la plaza de España y la plaza de la Porta Pintada sigue siendo un quebradero de cabeza para los responsables de mantenimiento de Cort. Una vez más el pavimento está en obras por el elevado número de baldosas que están rotas, fisuradas o agujereadas y que representan un peligro para los viandantes.
Los trabajos se iniciaron el martes de la semana pasada y se extenderán durante las dos próximas semanas, según informaron ayer fuentes del Ayuntamiento. Se trata de un trabajo programado de forma ordinaria y que no solo se limitará a las plazas de España y de la Porta Pintada, sino que también se extenderá a otras zonas comerciales de la ciudad para prepararlas para la campaña de Navidad. En Oms, Sant Miquel o Cort también se procederá a revisar y arreglar el suelo y otros elementos del mobiliario urbano.
Las losas de pizarra brasileña de la plaza de España son un problema constante. Tienen una resistencia muy baja y no han podido resistir el tráfico de motocicletas, coches de policía o furgonetas de carga y descarga. Además, resultan muy resbaladizas cuando llueve.
Las colocaron en 2002. Se han desgastado en un tiempo muy breve y su reemplazo es muy caro. Por ello, Cort lleva varios años aplicando parches, que resultan más baratos aunque sean antiestéticos. Rellenan los huecos con hormigón y colorante negro.
El equipo de gobierno tripartito asegura tener la intención de reformar por completo el suelo. La reforma, según un antiguo informe de Infraestructuras, costaría 900.000 euros, aunque la cifra que ahora maneja Cort es el doble. La reforma íntegra todavía no está presupuestada y no tiene fecha.
