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Mantenimiento

Los imbornales de Nou Llevant siguen sucios cinco días después de las lluvias

La inundación de algunas calles por las fuertes precipitaciones del viernes removió hojas y tierra

Los desagües están tapados por una capa de hojas, tierra y suciedad.

Hojas caídas de los árboles, lodo e incluso latas de refrescos taponan los imbornales de diferentes calles del barrio de Nou Llevant. Pese a que ya han pasado cinco días de las intensas precipitaciones que inundaron algunas de las calles de la barriada, todavía no se han limpiado los colectores de la avenida de Mèxic y las calles Brotad y Callao. Además, las vías siguen llenas de tierra.

La acumulación de residuos sobre los desagües aumenta el peligro de que se vuelva a inundar la zona si se producen nuevas precipitaciones. La barriada de Nou Llevant entró dentro del plan de refuerzo de limpieza que llevó a cabo Cort durante el mes de agosto y, según explicaron desde el consistorio, se retiraron más de dos toneladas de basura. Sin embargo, ante las intensas lluvias del pasado viernes, los imbornales fueron incapaces de succionar todo el agua, provocando la inundación de las calles Puerto Rico y Callao durante varias horas.

Un operario de Emaya se encargó de barrer ayer por la mañana parte de la suciedad que el agua arrastró por encima de la acera en la que se encuentra el centro médico Emili Darder. No obstante, el resto de las vías próximas lucen llenas de tierra y hojas.

El principal problema que presentan actualmente los imbornales es la nula capacidad de absorción en el caso de que llueva. Algunos de los colectores se encuentran enterrados bajo varios centímetros de residuos, principalmente hojas. Además, la suciedad acumulada en la superficie podría caer dentro de los conductos, obstruyendo así el paso del agua y facilitando una mayor inundación en otra ocasión.

Desbordamiento

El viernes pasado, las fuertes lluvias hicieron estragos en los imbornales más cercanos a la costa. El reducido número de estos colectores, sumado a su proximidad a la desembocadura, provocó la inundación de parte de la barriada del Nou Llevant y del paseo Marítimo. Si bien es cierto que el colapso de agua ocurre generalmente con las primeras gotas frías de septiembre u octubre, las riadas que se formaron fueron peores que años pasados.

La acumulación de agua en las proximidades del Palacio de Congresos afectó principalmente a los vehículos que estaban aparcados por la zona que, en algunos casos, acabaron con agua en su interior o dentro del motor.

El estanque que se generó hace cinco días arrastró toda la tierra y las hojas, así como la suciedad, que todavía continúa taponando los desagües y cubriendo parte de las vías y aceras de la barriada del Nou Llevant.

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