La mercería Antigua Casa Bet se traspasa debido a la crisis. El emblemático comercio abierto en 1839, regentado por la quinta generación de la familia Cortés, no ha podido superar "la actual situación económica, que no mejora pese a los anuncios de los políticos", tal como lamentó ayer la propietaria, Pilar Cortés. La elevada inversión que requiere un establecimiento de este tipo, "por la calidad y diversidad de productos que se ofrecen", hace difícil su continuidad, ya que las ventas han descendido de forma considerable, indicó. De ahí que haya tomado la decisión, aunque aún desconoce cuándo cerrará la tienda ubicada en la céntrica calle Bosseria número 6.

Cortés es partidaria de que la administración pública otorgue subvenciones o algún tipo de exención fiscal a los comercios históricos para que continúen abiertos, debido a que "se está perdiendo la singularidad del casco antiguo", tal como criticó el año pasado con motivo del cierre de la confitería Can Frasquet y la alpargatería La Dama de Elche, otros dos emblemáticos de la ciudad. La dueña de la mercería abierta por su tatarabuelo cree necesaria la protección pública de estos bienes patrimoniales, aunque "no dando más placas de recuerdo, sino con ayudas", tal como reclamó ayer.

"De toda la vida"

Antigua Casa Bet podía presumir de tener clientes de diferentes pueblos de la isla que acudían a Palma para adquirir artículos del establecimiento. Asimismo, hay clientes "de toda la vida" que ya habían comprado al padre y al abuelo de la actual propietaria, aunque los compradores han disminuido desde que se inició la crisis económica. Y también hay dos dependientas que llevan allí prácticamente toda su vida profesional.

La tienda fue fundada en 1839 por Rafael Cortés y, pese a que "se desconoce de dónde procede el nombre del establecimiento, se sabe que Casa Bet, en hebreo, significa 'casa de reunión' [...]. Hay constancia de que los Cortés eran una familia de origen judío con una gran relación con el mundo del comercio", tal como relata el libro Establecimientos emblemáticos de Mallorca, que la Cámara de Comercio editó hace seis años.

Casa Bet llegó a ocupar toda una manzana y vendía casi de todo, tal como le comentó un tío a Pilar Cortés. En los años 60, el negocio se dividió en dos locales y por una parte se encontraba la mercería y, por otra, una tienda de botones y bolsos, ambas a cargo de los hermanos Cortés Estanislao y Luis. A principios de los años 70, un vehículo se chocó contra la fachada y dicho accidente obligó a realizar una gran inversión para reformarla, aunque superaron este y otros problemas. Sin embargo, con la actual crisis económica, el único futuro que acecha a la Antigua Casa Bet es el que ha acabado con numerosos comercios.