Tras la crítica de la asociación de vecinos del Coll d´en Rabassa respecto a la degradación de la Torre d´en Pau, Cort informó ayer de las mejoras efectuadas el año pasado, consistentes sobre todo en tapiar los muros que habían sido derribados para acceder al interior del antiguo fortín, que está declarado Bien de Interés Cultural (BIC). En concreto, en julio de 2013, se derribaron las paredes semiderruidas con el fin de levantarlas de nuevo, aunque "con armaduras en el interior de los bloques para que la pared gane en solidez y resistencia, y así no vuelvan a ser derribadas". Sin embargo, actualmente existen puertas y ventanas por donde se puede acceder.

En las zonas en las que hay un riesgo de caída superior a los dos metros, el consistorio colocó una barandilla como la puesta en el resto del parque. Además, "se sustituyó la reja de ventilación y el marco que la sustentaba en la zona de la torreta, debido a que presentaba un avanzado estado de corrosión y falta de anclaje en diversos tramos". En ese mismo lugar, se sustituyeron las baldosas en mal estado. Por último, el área de Infraestructuras colocó otra reja de recogida de aguas.