Un grupo de diez activistas de la plataforma Salvem ses Fontanelles accedió ayer a la parcela del humedal para detener las obras de construcción durante el primer día de ejecución de los trabajos. De forma pacífica, los manifestantes se acercaron a la maquinaria pesada que inició los trabajos y desplegaron pancartas sobre las excavadoras en las que se podían leer lemas como "Salvem ses Fontanelles" o "Mallorca cap al col·lapse".

Las obras para construir el centro comercial en el humedal de ses Fontanelles se iniciaron ayer a primera hora de la mañana, tal como anunció la empresa promotora. Los activistas intentaron acceder a la parcela, que está vallada y rodeada por telas de color verde, a través de la puerta de entrada de las máquinas, situada entre el Palma Aquarium y la gasolinera de la calle de Manuela de los Herreros i Sorà.

Los ecologistas entraron al solar hacia las 9.50 horas. Los trabajadores de seguridad privada contratados por la promotora intentaron impedir el acceso de los manifestantes, y posteriormente avisaron a la policía para que expulsara a los ecologistas.

Las obras se reanudaron minutos antes de las once de la mañana, cuando los manifestantes abandonaron por su propio pie la parcela de alto valor ecológico. Los empleados comenzaron a trabajar en la parte encharcada de ses Fontanelles que está previsto que sea urbanizada.

La portavoz del GOB, Margalida Ramis, fue una de las personas que acudieron a la protesta de ayer. Ramis afirmó que sintió "indignación y tristeza" y lamentó "la complicidad política para dar facilidades a la ejecución del proyecto". Su entidad estudia recurrir la decisión municipal que permite el inicio de las obras.

El portavoz del Ayuntamiento de Palma, Julio Martínez (PP), recordó ayer que "la licencia se dio correctamente en su día" y que el consistorio "estará vigilando el cumplimiento de la normativa", debido a las restricciones de edificación que existen por el valor medioambiental de la zona.