La Plataforma de Afectados por la Hipotecas ha conseguido aplazar hoy dos desahucios de sendas familias que habitan en pisos ubicados en un barrio humilde de Palma, momentos antes de que fueran ejecutados y desalojadas las mismas de su hogar.

La notificación del aplazamiento de estos dos desahucios ha sido una feliz sorpresa para las dos familias de origen nigeriano amenazadas con ser expulsadas de los pequeños pisos en los que habitan y para los seguidores de la plataforma que se habían congregado en la plaza Francesc Julia, del barrio de Son Gotleu, con el fin de intentar bloquear la acción judicial.

Quedaban dos horas por delante para la ejecución del desahucio cuando Desmond Ogbeide, de 39 años y en España desde hace 14, ha sido informado por la plataforma de que las gestiones realizadas a última hora por su abogado Carlos Hernández ante el juzgado habían dado fruto.

Desmond, con el documento judicial de ejecución del desahucio en una de sus manos, estaba exultante y tras explicar que había pasado la noche sin dormir y las primeras horas de la mañana en el juzgado, hacía planes para reorganizar su vida junto a su mujer y dos hijos.

Los problemas económicos de la familia Ogbeide arrancaron en 2011 cuando Desmond perdió su trabajo y la pareja dejó de pagar la hipoteca contraída en 2004 para adquirir un modesto piso situado frente a la plaza Francecs Julia. "Yo coticé a Hacienda durante once años", ha dicho Desmond.

Mientras la familia Ogbeide respiraba tranquila tras conocer que podían seguir temporalmente viviendo bajo el mismo techo, al otro lado de la misma plaza una mujer aguardaba nerviosa su inminente desalojo y el de sus tres hijos en el balcón del piso que ocupa.

Entretanto, abajo en la plaza la portavoz de la Plataforma Angela Pons explicaba que aunque se congratulaba por que se había ganado otra batalla judicial, quedaban pendientes varias órdenes de ejecución de desahucios para lo que resta de septiembre.

Fue la permanencia de la Policía a pesar de que se había podido parar el primer desahucio, lo que infundió en la activista sospechas de que allí mismo se iba a producir otro desalojo por orden judicial.

"Para cuándo tienes tú la orden de desahucio", ha preguntado Pons a la mujer que había bajado de su piso ubicado en la quinta planta de un destartalado edificio de protección oficial.

"Dentro de media hora", ha respondido Isabel Odii, de 33 años, madre de tres hijos, de seis, cinco y dos años, a quienes cuida en solitario desde que su marido fue encarcelado en la prisión de Palma, a la que acude a visitarle cada sábado.

Isabel carece de trabajo, se alimenta, nutre y viste a sus hijos gracias a la beneficencia, pero no se ha planteado dejar España. "Mis hijos son españoles", ha apuntado.

En la calle, Isabel, sus tres hijos, varios vecinos y un grupo de activistas de la plataforma se manifestaban contra los desahucios cuando la Policía, que aguardaba en dos vehículos frente al portal, ha notificado a la portavoz de la organización que también este desalojo había sido aplazado.