Se considera el doctor de las palmeras, un cirujano frente a tanto verdugo que está talando de cuajo numerosos ejemplares de la ciudad. Su método acude al origen del problema, es decir, al interior de los árboles enfermos mediante la "filtración invasiva para atacar lentamente las zonas afectadas por el picudo rojo, en las que viven cientos de insectos", como explica Alejandro Víctor Homuth, el dueño de Sanapalm y especialista en esta plaga y la menos conocida de la mariposa paysandisia, pese a que es igual de mortal con las palmeras de las especies canaria y washingtonia. Comenzó a investigar hace dos años tras detectar la enfermedad en los ejemplares que tiene en su casa. "Quería una alternativa, ya que la fumigación que se aplica habitualmente solo incide en un 20%. El resto se desperdiga con el viento y, como se necesita un plaguicida muy fuerte, también mata el resto de insectos", según argumenta.

En cambio, su método utiliza el mismo producto químico pero lo filtra en las galerías interiores de las palmeras –construidas por el picudo para vivir allí– mediante un tubo de ocho milímetros de diámetro o jeringuillas de varios tamaños. El experto busca en las ramas "la entrada a la galería para llegar a lo más recóndito de las zonas afectadas". En este tipo de tratamiento es básico tener mucha paciencia, actuar poco a poco, porque si el producto se echa de golpe, no se filtra", como explica el responsable.

Más barato

Además, con este sistema no se gasta tanto producto químico, ya que "se distribuye a muy baja presión para que tenga tiempo de ser absorbido en el interior de las galerías". Alejandro Homuth suele utilizar unos cinco litros de plaguicida para una palmera grande, mientras que el sistema de fumigación a chorro necesita unos 25 litros por ejemplar. Este ahorro de material conlleva el abaratamiento del coste, ya que el método habitual puede costar 70 euros por árbol y la llamada filtración invasiva desciende a 36 euros, "con descuento si en una finca hay muchas palmeras", tal como detalla.

Después de un tratamiento de cuatro meses, empiezan a crecer los primeros rebrotes, aunque el ciclo completo para regenerarse es de un año. Es el tiempo que Homuth lleva en este trabajo y ya ha visto los primeros resultados. Actualmente, está actuando en la zona de Marivent y en una finca de Génova de unos 60.000 metros cuadrados con muchas palmeras silvestres. Este método se está conociendo por el boca a boca, aunque lamenta que los dueños de palmeras "aún no están muy concienciados y llaman cuando la enfermedad es muy grave".