La piqueta se cierne de nuevo sobre un edificio histórico. Si este verano Cort daba el visto bueno a la demolición de un tradicional inmueble del barrio marinero de Ciutat, ahora el peligro está a 300 metros de allí, en la plaza Porta Santa Catalina. En el número 22 se encuentra la antaño conocida fábrica de conservas y licores Roca, que se ve amenazada por un proyecto de nueva planta y más alturas en el caso de que el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento vote a favor en la comisión de Centro Histórico. La asociación proteccionista ARCA advierte de este nuevo atentado contra el patrimonio.

El edificio llamado Can Roca Suau tiene interés arquitectónico e histórico. A pesar del estado de abandono en que se encuentra, es de "un valor indudable en sí mismo, tanto por sus elementos exteriores como interiores, ya que es una muestra representativa de la arquitectura urbana de mediados del siglo XIX. Pero además, con él se perdería una parte del patrimonio industrial, tan desprotegido y poco valorado en nuestro entorno". Lo afirma la historiadora Apol·lònia Nadal en su artículo La antigua fábrica de Can Roca Suau, un patrimonio a preservar.

El documento de la experta detalla que la fábrica estaba "en las dos primeras plantas, con un gran patio de acceso que todavía se conserva. Los pisos superiores estaban destinados a viviendas. Las primeras plantas mantienen los elementos constructivos y decorativos que se empleaban en las casas burguesas: mosaicos hidráulicos, una gran escalinata con barandilla de caoba, etc."

Reconocimiento

Fue construida alrededor del año 1850 a cargo del industrial Bartomeu Roca Estades, quien destacó por su pionera empresa de conservas. La ubicación de la antigua fábrica en pleno barrio de Santa Creu se explicaría en gran parte por "la falta de suelo industrial por la prohibición de construir cerca de la muralla", apunta la historiadora, quien añade que el maestro de obras fue Josep Abrines.

Lea la noticia completa en la edición impresa

Adquiera el PDF de Diario de Mallorca